Los cambios en la 59ª Feria del Libro de Madrid refuerzan el poder de los libreros

Jesús García Bayón, director general de la Feria del Libro de Madrid durante 20 años, cumple su último mandato. La tradicional comida de presentación de la feria, que se celebrará del 26 de mayo al 11 de junio y en la que participarán 466 expositores, se convirtió ayer en un acto de despedida. Antonio Albarrán, editor y autor de los informes económicos del Gremio de Editores de España, que ejerce como director adjunto este año, será su sustituto. Los cambios se interpretan como un golpe de mano de los libreros para activar el debate sobre los problemas del sector.

Fernando Valverde González, que, como presidente del Gremio de Libreros de Madrid, cargo para el que fue elegido el pasado marzo, ejerce también la presidencia de la feria, explicó ayer que entre sus proyectos de futuro se cuenta "dar una mayor presencia a los libreros", que este año contarán con 182 expositores, frente a los 215 de los editores, los 50 de distribuidores y los 17 que ocupan los organismos oficiales. "En los puestos se podrán encontrar todos los libros de que se dispone en el mercado, pero la feria estará más ordenada y tendrá una mayor especialización. Creo que ahora es demasiado grande y resulta un poco inabarcable", dijo. La industria editorial en España factura 600.000 millones de pesetas anuales y cuenta con cerca de 300.000 títulos vivos, de los que un 17,7% (unos 40.000) corresponden a novela, poesía y relato. El capítulo más alto corresponde a los libros de divulgación, que representa un 24% del total.Valverde, que ayer evitó ser demasiado explícito sobre los planes de futuro, aclaró que la intención de los nuevos gestores de la feria era compaginar la parte festiva con el debate sobre los problemas del gremio, entre los que se cuentan el precio fijo y la renovación de las librerías tradicionales ante la irrupción de las librerías on line.

Pacto de caballeros

Pese a que en el sector se interpreta la salida de García Bayón como un pacto de caballeros, dado que ya ha cumplido 65 años, el aún director de la feria madrileña y antiguo responsable de una empresa de venta de libros a plazos ha mostrado su malestar en círculos privados por su marcha y por la forma en que se le ha obligado, según dijo, a dejar el cargo. Su salida se relaciona, en parte, con los problemas creados hace un par de años con la lista oficial de libros más vendidos, que fue contestada con una lista paralela, realizada por editores y libreros. Random, la empresa consultora que el pasado año se ocupó de realizar la lista de libros más vendidos, repetirá también en esta edición, aunque el nuevo presidente de la feria adelantó ayer su intención de ampliarla a géneros como la literatura infantil, la poesía y la historia. No cabe duda de que las listas de libros más vendidos seguirán siendo un caballo de batalla para la popular feria madrileña. El futuro director general se mostró partidario "personalmente" de suprimirlas, aunque, dijo, aún no se ha tomado una decisión de cara al año 2001.

La Feria del Libro de Madrid, que el año pasado tuvo dos millones y medio de visitantes y unas ventas cercanas a los 1.200 millones de pesetas, cumple este año su 59ª edición.

Fernando Lanzas, director general del Libro, calificó la feria como un modelo de colaboración entre diferentes administraciones. Lanzas alertó sobre los cambios que producirán las nuevas tecnologías, pero se mostró confiado ante el lugar seguro que seguirá ocupando el libro frente a otros soportes. Como en ediciones anteriores, la feria contará con un espacio específico para el libro electrónico y podrá ser consultada a través de Internet (www.ferialibromadrid.com).

Una de las novedades de la edición de este año será la visita del Expreso de la Literatura Europea 2000, un tren literario en el que viajan más de 100 escritores de 47 países europeos. Entre los actos previstos se cuentan también homenajes a Manuel Vázquez Montalbán. Juan José Millás y Jon Juaristi.

El presidente de la Feria del Libro de Madrid estará hoy en la clausura de el XVII Congreso Nacional de Libreros, que se celebra en Oviedo. Lograr que el español entre en las librerías en mayor número y frecuencia y disponga de un mayor número de bibliotecas públicas son, según las conclusiones del congreso, mecanismos capitales para aumentar la lectura, informa Javier Cuartas. Según se ha puesto de manifiesto en Oviedo, los resultados mejoran cuanto mayor es el establecimiento.