El anterior consejo de la caja se negó a recibir la auditoría

El anterior consejo de administración de Caja Vital, controlado en gran medida por José Antonio Gordo, rechazó el pasado mes de enero darse por enterado del contenido de la auditoría interna que presentó el entonces presidente de la entidad, el nacionalista Juan María Urdangarín. Varios consejeros salieron en defensa de los intereses presidente de Covivi en los negocios cuestionados por la investigación, mientras que otros adujeron que los casos aflorados había "prescrito" o correspondían a anteriores consejos de administración. Hubo, así mismo, quien reprochó a Urdangarín que hubiera encargado la auditoría a los servicios de control interno sin conocimiento del consejo, según testimonios recabados y la documentación que ha podido conocer este periódico.La revocación por la Plataforma por la Pluralidad (PP, PSE y UA), en fechas anteriores, de los consejeros que tenían las instituciones (la mayoría, del PNV) hizo que en la reunión del consejo del pasado 20 de enero la postura de Juan María Urdangarín quedara en minoría frente a los consejeros representantes de los impositores y trabajadores de la caja. Dos de ellos formaban parte directa de la cuota que siempre ha tenido Gordo en el principal órgano de gestión de la Vital a través de Covivi, una gestora de promociones cooperativas de vivenda que preside y ha construido viviendas para 4.000 familias desde 1966. No obstante, el empresario ha tenido tradicionalmente a otros en su ámbito de influencia, hasta el punto de constituirse en un poder fáctico dentro de la entidad, que se proyectaba por encima de equipos directivos y formaciones políticas. "Aunque ha aparecido como un hombre relacionado con el partido y que ha hecho favores al PNV [esta formación ha monopolizado el poder en la caja hasta que fue desplazado en marzo por las fuerzas no nacionalistas], lo cierto es que en todas y cada una de las operaciones él y sus socios han salido beneficiados", asegura un ex directivo de la Vital.

El origen del pulso planteado entre Urdangarín y el empresario está en la negativa del presidente a aceptar varias operaciones inmobiliarias con sociedades de Gordo que entendía desventajosas para la caja, lo que les condujo, según fuentes de la entidad, a un "enfrentamiento durísimo" el pasado verano. Finalmente, el consejo dio "por no recibida" la auditoría, pero, según las mismas fuentes, Urdangarín quiso dejar cubierta su responsabilidad y depositó copias del informe en la caja, el Departamento de Hacienda y el Banco de España.

La reciente decisión de la comisión ejecutiva sobre el aparcamiento indica que el nuevo equipo presidido por Pascual Jover ha tomado nota de las situaciones denunciadas en la auditoría. De hecho, la influencia de Gordo en Caja Vital ha quedado ahora "casi anulada".