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Los dos inspectores vigilarán las armas del IRA regularmente

Con su desplazamiento a Irlanda del Norte, Martti Ahtisaari, expresidente de Finlandia, y Cyril Ramaphosa, anterior secretario del Congreso Nacional Africano (ANC), dieron ayer el primer paso de su específica misión como inspectores independientes de los depósitos de armas del Ejército Republicano Irlandés (IRA). La jornada estuvo dominada por una serie de encuentros enfocados a aclarar la modalidad, plazos y alcance de un proceso de inspección sin precedentes en el movimiento republicano.

"Somos conscientes de la crucial importancia de nuestras responsabilidades", señalaron en un comunicado conjunto los inspectores internacionales, quienes añadieron que inspeccionarán "con regularidad los depósitos para asegurar que las armas permanecen controladas". Ambos exmandatarios internacionales abrieron ayer una página nueva en la historia irlandesa. Es la primera vez en que el IRA, o anteriores formaciones republicanas, permiten que terceras personas inspeccionen sus arsenales de armas. Esta misión forma parte del proceso de paz que entró en su posible recta final el pasado 6 de mayo tras el acuerdo alcanzado por Tony Blair y Bertie Ahern, primeros ministros de Reino Unido e Irlanda, respectivamente.

El IRA declaró entonces su intención de "poner las armas fuera de uso" y de permitir, como un gesto para fomentar la confianza, la inspección regular de sus arsenales. Una disposición sin precedentes de la organización republicana que se perfila como una de las piezas claves del reactivado proceso de paz. Su arranque definitivo y posiblemente duradero, con la prevista reinstauración de las instituciones norirlandesas el próximo 22 de mayo depende, sin embargo, de la aceptación del Partido Unionista del Ulster (UUP), que dirige David Trimble, del nuevo plan de acción bigubernamental.

En el "primer paso" hacia el cumplimiento de su mandato, Ahtisaari y Ramaphosa entablaron contacto con Blair en Londres y, en Belfast, con los partidos políticos que apoyan el Acuerdo de Viernes Santo de 1998. De máxima relevancia fue el encuentro con Trimble, en el cual el líder unionista aprovechó para extraer detalles sobre la modalidad y plazos de la inspección, así como de la envergadura de la renuncia del IRA a las armas.

"El proceso debe ser progresivo y conducir a la inspección de todo el armamento y al decomiso de las armas para junio de 2001", dijo ayer en referencia a los nuevos plazos del desarme acordados por Londres y Dublín.

El líder unionista y premio Nobel de la Paz exige garantías sobre la renuncia de la banda republicana a las armas con prioridad al regreso del UUP a las instituciones autonómicas. El próximo sábado, Trimble se enfrentará al Consejo Unionista, órgano ejecutivo del UUP sobre el que recae la última palabra que permitirá o, tal vez retrasará, la aplicación del Acuerdo de paz de 1998.

La cuestión del decomiso de las armas es la principal razón, pero no la única, que puede provocar el voto negativo del UUP. Los unionistas piden un relajamiento de la reforma policial, que comienza hoy a tramitarse en el Parlamento de Westminster, de forma que se preserven los términos Ulster y Royal del título del cuerpo policial. En las últimos semanas, además, otra cuestión simbólica, esta vez en torno a las banderas, enturbia el horizonte político de Irlanda del Norte. Durante el breve arranque del Gobierno de Belfast, los representantes del Sinn Fein sustituyeron la bandera británica por la tricolor irlandesa en las dos sedes ministeriales bajo su control. Los unionistas piden garantías de que la Union Jack (la bandera británica) ondeará de las instituciones públicas ya sea con carácter exclusivo o junto al estandarte irlandés.

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