PSOE, IU y CiU censuran el fichaje de Rivera como asesor de Villalobos Las portavoces sanitarias deploran el pasado político del nuevo cargo

El primer nombramiento de Celia Villalobos como ministra de Sanidad ha logrado el consenso de la oposición. Las portavoces de Sanidad en el Congreso del PSOE, IU y CiU censuraron ayer sin paliativos la elección del médico Ramiro Rivera como asesor del ministerio. Una sentencia judicial suspendió de sus funciones como médico de la sanidad pública a Rivera por desviar pacientes a su consulta privada.

"Con este nombramiento, al centro reformista del PP le han quitado la careta que ha mantenido durante la legislatura pasada, marcada por la indecisión ante la presión social y la necesidad de los votos de otros grupos políticos parlamentarios", declaró ayer la nueva portavoz de Sanidad del PSOE, Matilde Valentín. En su opinión, Ramiro Rivera es "una persona de la línea dura que defiende la sanidad privada, por lo que Celia Villalobos acaba de definir la línea de su legislatura, que no es otra que convertir la sanidad pública en un negocio privado".Para la portavoz de CiU, Zoila Riera, este nombramiento es desafortunado. "No ha despertado ningún grado de consenso y no me parece un buen comienzo, máxime cuando el anterior ministro, José Manuel Romay, tenía importantes cargos que contaban, desde luego, con un alto grado de respeto de todos los grupos políticos. Rivera, por decirlo de forma discreta, tiene un pasado político cuestionable".

Para Marisa Castro, la nueva portavoz sanitaria de IU, el nombramiento es el "primer gran error de Villalobos". Castro tampoco entiende que se nombre un asesor de estas características habiendo en el Ministerio de Sanidad altos cargos que gozan del respeto general.

"Debe rectificar"

La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública emitió ayer un comunicado contra el nombramiento. "Pensamos que se trata de un grave error político nombrar a una persona que ha sido sancionada por derivar enfermos al sector privado para su lucro personal", dice dicho comunicado. "Este nombramiento pone en entredicho las declaraciones realizadas por la ministra en defensa de la sanidad pública y les resta credibilidad, por lo que entendemos que debe realizar una rápida rectificación"´.

Ramiro Rivera, de 67 años, fue expedientado y apartado del servicio en 1982 cuando era jefe de Cirugía Cardiovascular del Hospital Provincial de Madrid (ahora Gregorio Marañón). Se le acusó de desviar pacientes a su consulta privada y de cambiar el horario a un médico para poder atenderles mejor fuera del hospital. La Audiencia Provincial confirmó tales cargos en 1987 en una sentencia que le condenaba a cuatro años de suspensión de funciones y criticaba su "falta de decoro y dignidad profesional".

Para entonces, ya había jugado un importante papel político desde la presidencia de la Organización Médica Colegial (cargo que ocupó entre 1982 y 1986), desarrollando una dura oposición a la política sanitaria socialista. Después fue diputado del PP hasta 1991.

Este periódico insistió ayer ante el Ministerio de Sanidad en hablar con Ramiro Rivera, pero informaron de que el nuevo asesor no pensaba hacer declaraciones.