El ex abad de Montserrat defiende el uso de anticonceptivos

El ex abad de Montserrat Cassià Just dijo ayer que la Iglesia debería revisar sus "rígidas" posturas sobre la moral sexual y su oposición al uso de anticonceptivos. "Los métodos naturales que propone la Iglesia no son seguros y no tienen nada de naturales", dijo el religioso. Just también censuró la actitud de la Iglesia hacia los homosexuales, en unas declaraciones que, según admitió, le merecerán "alguna advertencia".

Cassià Just, abad de Montserrat entre los años 1966 y 1988, dijo ayer que las parejas deben poder "usar del matrimonio y de la intimidad conyugal", y criticó, en alusión a la oposición de la Iglesia a los anticonceptivos, que muchos célibes que no tienen experiencia en el matrimonio "exijan a los otros de forma incomprensible aquellos pesos que ellos no llevan". "Parece que se preocupan más por quedar tranquilos ellos que por dar tranquilidad a los otros", lamentó el ex abad durante una entrevista al programa El matí de Catalunya Ràdio. "Si tenemos fármacos para otras razones, ¿por qué no los podemos utilizar para esto?", preguntó el ex abad, tras señalar que la Iglesia no siempre sabe estar a la altura de los tiempos porque "hay personas que aplican con gran rigidez una moral que aprendieron hace 40 o 50 años".

El ex abad considera que la Iglesia no rectifica su postura en materia de moral sexual "en parte por miedo y por una cierta inercia", aunque se mostró esperanzado en que habrá un cambio de actitud tal y como lo planteó en su momento Pablo VI, cuya apertura y capacidad de diálogo elogió. Sin embargo, reconoció que queda mucho camino por recorrer para que "los temas del sexo dejen de ser una obsesión para la Iglesia" y recordó con tristeza que lo único que dijo el Vaticano a las mujeres violadas durante la guerra de Bosnia fue que el aborto no es lícito. "Con unas mujeres que acaban de pasar por aquello, ¡lo que hay que hacer es darles unas palabras de consuelo y confortarlas!", exclamó con indignación el ex abad.

"Ciudadanos de segunda"

Cassià Just reprochó también la postura de la Iglesia hacia los homosexuales y lamentó que da la impresión "de que a estas personas no se les quiere y se les considera ciudadanos de segunda categoría". "Tened todas las teorías morales y éticas que queráis, pero empezad por querer a estas personas", advirtió a las autoridades eclesiásticas. "Esto es lo que echo en falta", añadió.

Preguntado por su postura respecto a la eutanasia pasiva, el padre Cassià Just consideró no condenable el hecho de "dejar de usar medios extraordinarios para mantener una vida que no tiene ningún sentido", aunque dejó claro que no es partidario de la eutanasia activa.

El ex abad, que reconoció que sus declaraciones le merecerán "alguna advertencia", aseguró que dentro de la Iglesia hay "grupos de presión" y que algunos "dan más importancia al hecho de obtener poder que al de ser fieles al Evangelio". Just dijo estar indignado por la influencia de algunos representantes episcopales españoles en el Vaticano, porque presentan un visión distorsionada de la realidad catalana.

Sobre el terrorismo en España, afirmó que es un problema que "se ha llevado muy mal" y defendió el papel desempeñado por el obispo José María Setién.