El 53º Festival de Cannes comienza hoy con el cine asiático como protagonista 'Vatel', de Roland Joffé, abre el certamen, en el que concursan ocho películas asiáticas
Japón, Corea, China, Taiwan, Hong Kong e Irán figuran entre los países asiáticos cuyas producciones han sido incluidas dentro del amplio total de 34 películas seleccionadas para una sección competitiva que cada vez engloba más -ocho esta vez- cintas que no luchan por galardón alguno. El cine de época y gran espectáculo aspira a tomar el relevo a la Rosetta y L'humanité, portaestandartes de un cine social premiado por Cannes 1999. El 53º festival se abre hoy con Vatel, de Roland Joffé, biografía del cocinero del príncipe de Condé en el siglo XVII.
La presencia francesa es muy importante. Incluye el segundo largometraje del alemán Dominik Moll, Harry, un ami qui vous veut du bien, con Sergi López como protagonista; Les destinées sentimentales, primera incursión de Olivier Assayas en el cine de época y en la adaptación literaria -Chardonne es el autor escogido-; Esther Kahn o el tercer intento de consagración -en inglés esta vez- de Arnaud Desplechin; la misteriosa Le glaneur et la glaneuse, de Agnès Varda, y Code inconnu, del alemán Michael Haneke.La propuesta oriental se abre con Takhté siah, de la iraní Samira Makhmalbaf; sigue con Guizi lai le, del chino Jiang Weng, en blanco y negro y situada al principio de los años cuarenta; Gohatto, del japonés Nagisa Oshima, que aborda un tabú: la homosexualidad entre los samuráis; Eureka, de Shinji Aoyama. Ang Lee, chino adoptado por EE UU, logra introducir con Tigre y dragón, por primera vez en Cannes, el cine de kung-fu o "drama de artes marciales". La oferta se completa con el filme de nacionalidad taiwanesa Yi Yi, de Edward Yang; Chunhyang, del coreano Im Kwon Taek, y de Hong Kong, país independiente aún a efectos de nacionalidad cinematográfica, llegará In the mood for love, de Wong Kar Wai.
La presencia de EE UU se traduce en algunas superproducciones y cintas comerciales fuera de concurso y riesgo -Mission to mars, de Brian de Palma, o Cecil B. De Mented, de John Waters, con Melanie Griffith- y cintas de coste más reducido como The yards, del prometedor James Gray; Requiem for a dream, del niño prodigio del Festival de Sundance, Darren Aronofsky, o la presumiblemente académica The golden bowl, nueva adapatación de Henry James firmada por James Ivory. O brother es la nueva comedia enloquecida de Joel y Ethan Cohen, adaptación libérrima de la Odisea.
Rejuvenecer el público
Dentro de sus iniciativas -no siempre afortunadas- y destinadas a rejuvenecer a un público cinéfilo, Cannes incluye en la selección el primer filme de Dave Stewart, Honest. Under suspicion (también fuera de concurso) es otra cinta estadounidense, aunque es una revisión de la francesa Garde à vue. Gene Hackman la ha coproducido porque vio en su trama un vehículo idóneo para el lucimiento de dos actores: él mismo y Morgan Freeman. Dirige Stephen Hopkins. La presencia de EE UU se completa con dos pequeños filmes: Nurse Betty, de Neil LaBute, y Fast food, fast women, del israelí Amos Kollek.
Bread & roses habla de conflictos sociales y huelgas en... ¡EE UU! Es la primera vez que Ken Loach rueda allí, pero eso no debiera limitar su combatividad.Las grandes sorpresas pueden venir del Norte. El danés Lars von Trier ha rodado -con más de 100 cámaras de vídeo- Dancer in the dark, un drama musical con Catherine Deneuve y Björk. Liv Ullmann ha llevado a la pantalla Trolösa, un relato de Ingmar Bergman, y el sueco Roy Andersson presentará Sanger fran Andra Vaningen, cinco años de trabajo inspirados por César Vallejo.
La selección se completa con las nuevas películas del israelí Amos Gitaï -Kippour-, del brasileño Ruy Guerra -Estorvo-, del ruso Pavel Longuine -La noce- y del canadiense Denys Arcand -Stardom-. El festival recuperará un filme perdido de Otar Iosseliani -Avril (1962)-, mostrará un documental de Barbara Kopple sobre Gregory Peck y servirá también de marco para el estreno mundial del resumen en 11 minutos de la historia del mundo según Jean-Luc Godard.
Krampack', único filme español en La Croisette
La película de Cesc Gay Krampack, seleccionada por la Semana de la Crítica, es el único título 100% español presente en Cannes. Se trata de una historia sobre el fin de la adolescencia, de una comedia agridulce sobre la dificultad de crecer. Sus intérpretes son Jordi Vilches y Fernando Ramallo y ha sido escogida a pesar de ser el segundo largometraje de su autor, caso único para una sección que se pretende reservada a los debutantes.
Pero habrá más presencia española en Cannes gracias a Aitana Sánchez Gijón, que forma parte del jurado. La actriz figura entre las "diez personas sin piedad", encabezados por el presidente, Luc Besson, que deberán confeccionar el palmarés. Y, dentro de ésta, Bread & roses, de Ken Loach, es una coproducción en la que uno de los socios es español, situación que se repite con una cinta de la sección Una cierta mirada, Lista de espera, del cubano Juan Carlos Tabío. Ahí participan otras películas que hablan español, como la del inefable Miguel Littín -Tierra del fuego- y la de la venezolana Fina Torres -Pimientos, sexo y samba-. En esta misma sección hay que subrayar el debú como directora de la actriz portuguesa Maria de Medeiros, que evoca la revolución de los claveles en Capitaes de abril, y dejar constancia de la curiosidad que despierta el coreano Hong Sang-Soo con su Oh soojung!, una obra que se dice inspirada en Marcel Duchamp.
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