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Leguina desmitifica a los "jóvenes revoltosos" del 68 en su nueva novela 'El corazón del viento' se sitúa entre la España franquista y Chile

Elsa Fernández-Santos

Entre la nostalgia y la ironía, Joaquín Leguina (Villaescusa, Cantabria, 1941) narra, en su última novela, "la aventura de una generación". El corazón del viento (Alfaguara) se divide en una primera parte que transcurre en la España del año 1968 y una segunda, en el Chile de 1973. Entre el franquismo y la muerte de Allende -"entre un país donde no ocurría nada a uno donde ocurría todo"-, Leguina novela una época evitando "batallitas". "Me molesta esa pequeña mitología que se ha creado sobre aquella época", dice.

"Ninguno de los personajes de mi libro corre delante de los grises", afirma Joaquín Leguina sobre su quinta novela. "Me molesta enormemente la mitología de jóvenes revoltosos que ha generado aquella época. He querido quitarle adherencias folclóricas, mostrar la dureza de nuestra juventud, que no fue para nada una juventud afortunada". Si Leguina situaba su anterior novela, La tierra más hermosa (1996), en Cuba y en los años cincuenta, gran parte de El corazón del viento transcurre en el año 1973 y en Chile. Dos territorios sagrados de la memoria político-sentimental de la izquierda, a los que el escritor acude "por la necesidad de recuperar ese tiempo". "Es un ejercicio de nostalgia en el sentido literal y literario". Pero mientras el ex presidente de la Comunidad de Madrid y hoy diputado por el Partido Socialista Obrero Español en el Congreso no vivió la revolución de los barbudos, sí estuvo en el Chile socialista de Salvador Allende, donde trabajó para la ONU. "Salté de un país donde no ocurría nada a otro donde todo era posible". "Allende", añade Leguina, "todavía representa el porvenir de una ilusión. Fue, hasta el final, coherente con lo que predicó".

Homenaje a Baroja

Narrada en primera persona en la parte chilena y en tercera en la española -"en esta parte los personajes viven ciertos deslumbramientos eróticos que, contados por ellos, no serían igual"-, Leguina insiste en que El corazón del viento, en la que ha trabajado durante los últimos cuatro años, no es una novela autobiográfica y que el protagonista (cuyo nombre, César Moncada, es un homenaje a Baroja) no tiene nada que ver ni con él ni con su biografía. "El paisaje que cuenta la novela sí es autobiográfico, el protagonista colectivo es mi generación, los conozco a todos, pero el personaje principal no sólo no soy yo, sino que además se parece muy poco a mí".

A pesar de su marco político ("no se me ocurre mejor fondo para mis historias que la propia historia"), El corazón del viento es una novela de amor, "del amor de unos personajes muy ingenuos que pagan con dramatismo sus ingenuidades".

Después de su viaje a los años sesenta y a su generación ("la generación coñazo, como la llama un compañero del partido"), Leguina volverá a la novela negra, en la que ya trabajó ("y creo que con éxito") en Tu nombre envenena mis sueños. Esta vez será una novela negra sobre la última etapa de su partido, el PSOE.

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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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