El apoyo de Mandela

Cyril Ramaphosa trabajó hombro con hombro con Nelson Mandela para llevar a Suráfrica desde el régimen de dominación blanca del apartheid a la democracia. Ramaphosa se encontraba a las puertas de la prisión Victor Verster, en Ciudad del Cabo, para dar la bienvenida a la libertad a Mandela en febrero de 1990 y se mantuvo a su lado durante la mayor parte de los cinco años siguientes.Este hombre, de 47 años, se licenció como abogado, pero se hizo un nombre como secretario general del sindicato de mineros en los cuatro años de conversaciones que llevaron a su país a la primera elección multirracial en 1994. Compitió con Thabo Mbeki, el actual presidente surafricano, por el nombramiento como segundo de Mandela tras su triunfo de ese año, pero se negó a aceptar un premio de consolación en el Gobierno cuando perdió ante su rival.

Optó entonces por convertirse en secretario general del Congreso Nacional Africano (CNA) y, al mismo tiempo, inició una carrera empresarial que le ha convertido en uno de los hombres más ricos de Suráfrica. Ramaphosa abandonó la política en 1996, pero en el partido gobernante muchos aún le consideran como un eventual futuro presidente. En diciembre de 1998 sorprendió al liderazgo del CNA al obtener la mayoría de los votos en la conferencia trianual del partido.

Visitó Irlanda del Norte en 1996 para animar el proceso de paz y compartir ideas sobre cómo alcanzar el éxito.

Divorciado, ha vuelto a casarse recientemente y confiesa que le gustan los coches rápidos y la pesca.