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Los bomberos y la Guardia Urbana peinan todos los locales nocturnos de Barcelona El Ayuntamiento realiza 199 denuncias de control de bares y discotecas en tres semanas

La Guardia Urbana y los bomberos de Barcelona han inspeccionado todos los bares musicales y las discotecas de la ciudad en las últimas tres semanas. El resultado son 199 denuncias, 24 de ellas por problemas relacionados con la seguridad de los clientes, el asunto que más preocupa a los responsables municipales. Pero la batalla, creen, está perdida. Se les podrá someter a cerco en Barcelona, pero se irán a las poblaciones vecinas, donde la Policía Local tenga menos medios. El problema, afirma el gerente de la Guardia Urbana, Blas Alascio, es que hay demanda y ésta provoca la existencia de la oferta.

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Inspecciones realizadas por la Guardia Urbana: 382; por los bomberos: 170; denuncias: 199. Infracciones del horario autorizado: 167; deficiencias en la seguridad del local o de sus accesos y salidas: 24; ruido y molestias a los vecinos: 26. Son datos del parte de guerra de la llamada Operación After-hours. Un nombre que no gusta a los responsables municipales. Los fines de semana, pero también el resto de los días, las dotaciones de los bomberos inspeccionan la seguridad de los locales y la Guardia Urbana, el cumplimiento de otras medidas. Pero es una guerra perdida."¿Con qué autoridad puede el Ayuntamiento decirle a alguien de 25 años, que quiere irse de juerga, un sábado a las ocho de la mañana, que tiene que irse a dormir?". Y responde: "La ley establece horarios y los vamos a hacer cumplir, pero no está claro el criterio, salvo que sea de tipo moral". Los intentos de negociar con la Generalitat, de quien depende el asunto, han caído en saco roto. No hay ni siquiera respuesta. Dada la situación, el Ayuntamiento se esfuerza en hacer cumplir la ley, pero su preocupación principal es la seguridad de los ciudadanos.

"En el momento actual, los locales existen porque hay quien quiere ir a ellos. Pero como no pueden abrir, actúan de forma clandestina. Para no ser descubiertos cierran las puertas, y esto es peligrosísimo. Si pasa algo puede producirse una masacre. Y en estos locales puede pasar cualquier cosa: una chispa, un cortocircuito, una colilla. Con la puerta cerrada, de allí no salen más que cadáveres", explica un responsable de la Guardia Urbana barcelonesa.

El gerente de la Policía Local teme que las medidas sean efectivas y acaben con estos locales en Barcelona, pero no en las localidades vecinas, que disponen de menos efectivos de policía. "Con ello les forzamos a desplazarse y conducir a las cinco de la mañana, lo cual, tras una noche de copas, no es algo excesivamente recomendable". Los controles de alcoholemia efectuados en las tres últimas semanas indican que corre la bebida: de los 984 controles, 83 dieron positivo y 12 personas fueron detenidas.

Barcelona tiene 180 discotecas y 245 bares musicales. Las primeras tienen como hora límite de cierre las cinco de la mañana y los segundos, las tres. Las infracciones horarias preocupan a la Guardia Urbana, pero menos que las de seguridad. Los propios vecinos, explica Alascio, prefieren que los locales no cierren a las tres o a las cinco porque los clientes salen con el ruido a la calle. Si no cierra, se quedan dentro y, al menos, no molestan.

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Susanna Saez

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