Gates sólo podrá tener acciones de una de las dos empresas en que se partirá Microsoft
La propuesta de sanción del Gobierno de EEUU contra Microsoft ofrece a su fundador Bill Gates y su Consejo de Administración la posibilidad de presentar un plan de segregación en un plazo de cuatro meses, aunque sólo "sería tenido en cuenta". Gates y sus directivos podrán retener sus acciones y su poder sólo en una de las empresas resultantes, aunque los accionistas minoritarios podrán repartir sus valores entre las dos firmas. Gates calificó la sanción propuesta por prácticas monopolísticas de "radical y extrema" y aseguró que puede paralizar el desarrollo de toda la industria informática.
El Gobierno y los fiscales de los 19 Estados federales que forman la acusación en el caso Microsoft esperaron hasta el cierre de Wall Street para entregar al juez su propuesta de sanciones; de otra manera el Nasdaq podría haber sufrido otro terremoto como el que tuvo lugar el lunes cuando se filtró el plan de castigo. De hecho, Microsoft registró incluso una subida del 1,81% y el Nasdaq marcaba una subida del 2,3% al cierre. La propuesta, como estaba previsto, contiene un plan de segregación de Microsoft en dos compañías menores para separar las ventas de sistemas operativos del resto de actividades y, especialmente, de todo lo relacionado con Internet. Ahora Microsoft tiene de plazo hasta el 10 de mayo para presentar sus alegaciones antes de la vista oral del 24, aunque los abogados han anunciado que pedirán una extensión del plazo para poder estudiar y hacer frente a una propuesta "tan extrema" como la que ha formulado la acusación.
El fiscal antimonopolio del Departamento de Justicia, Joel Klein, no ocultaba un semblante de triunfo al anunciar que con su propuesta "no será ni el gobierno regulador ni el atrincherado interés monopolista el que decida lo que es mejor para los consumidores, sino que serán ellos los que elijan los productos que deseen en un mercado libre y competitivo".
Apelación al cliente
Minutos después de confirmarse la propuesta, Microsoft difundió unas declaraciones de Gates grabadas en video. "Los consumidores deben entender que estas sanciones no nos permitirían seguir desarrollando nuevos productos informáticos como hemos hecho hasta ahora. Estas regulaciones", asegura Gates, "no ayudan de ninguna manera a la industria informática". "Producirán un efecto paralizador en el desarrollo de nueva tecnología industrial", añadió,
Las sanciones fueron propuestas por el Departamento de Justicia y 17 de los 19 Estados de la acusación, aunque los dos restantes no hicieron propuesta alternativa. El plan no cierra la puerta a un hipotético pacto extrajudicial como el que acabó con el monopolio telefónico de AT&T en 1984.
Si el plan logra el beneplácito del juez (algo que puede ocurrir en torno a junio) y la acusación gana los recursos que Microsoft ya prepara (para lo que se estima un mínimo de un año), la compañía sería dividida en dos. Una empresa tendría todo el negocio de sistemas operativos, sea cual sea el mercado para el que están diseñados: ordenadores personales (Windows 98 y el inminente Windows Me), empresas (Windows 2000 y el futuro Windows Whistler) o asistentes personales (Pocket PC y Windows CE).
De hacerse efectiva la segregación, a la otra compañía le quedaría la venta del resto de productos, incluidos programas (desde el paquete de aplicaciones Office a los juegos), equipos y componentes (principalmente teclados, ratones y palancas de juegos) e Internet.
Este último apartado otorga a la nueva compañía no sólo la gestión de los negocios de Microsoft en Internet (la red Microsoft Network, la web de viajes Expedia, las páginas de MSNBC, etcétera) sino que también le concede la propiedad del navegador Explorer que está en el origen de la demanda.
Sin embargo, la propuesta permite que el sistema operativo Windows, el más extendido del mundo, mantenga todas las funciones de Internet, incluida la navegación a través de ese navegador; ahora bien, dado que el navegador sería en el futuro un producto de otra compañía, la empresa dueña de los sistemas operativos tendría que pagar derechos a la segunda para poder usarlo. Eso se contempla en la propuesta sancionadora.
Si todo se ajusta a lo previsto, las dos empresas surgidas de la segregación podrían volver a integrarse en una sola, si lo desean, pasado un mínimo de 10 años.
Gates y el Consejo de Administración de Microsoft podrán presentar un plan de división, aunque sin ningún carácter vinculante para los reguladores. También deberán ofrecer una solución al reparto de los derechos intelectuales de cada uno de los productos y las tecnologías patentadas. Si todo se hace siguiente el guión del Departamento de Justicia, Gates y los principales accionistas ("hablamos de dos o tres personas", dijo Joel Klein) estarán obligados a elegir cuál de las dos compañías retiene el nombre de "Microsoft" y en cuál de ellas mantienen sus acciones; sin embargo, a los accionistas minoritarios se les permitirá dividir sus valores entre las empresas resultantes de la división. El fundador de Microsoft tiene 785 millones de títulos de la compañía, un 15% del capital, que ayer valían cerca de 9,5 billones de pesetas. La compañía ha perdido un 34% desde que el juez Jackson emitió su sentencia contra Microsoft el pasado 3 de abril.
Con carácter transitorio hasta que la división sea efectiva, se impondrá a la compañía una serie de restricciones a la manera en la que actualmente hace negocios. Las limitaciones constituyen de por sí un castigo judicial. Así, se obligará a Microsoft a hacer públicas las llamadas APIs, que son las herramientas que permiten una integración correcta entre los programas y los sistemas operativos para los que están diseñados. Durante el juicio se acusó a Microsoft de ocultar las APIs de Windows a las compañías de la competencia y reservarlas para sus propios programadores, lo que les permitía fabricar los programas mejor integrados en Windows. Si se confirma el castigo, también se pondrán límites a la incorporación de nuevos programas en el sistema operativo.
Además, en línea con una de las preocupaciones fundamentales del juez, Microsoft deberá cobrar un precio único a todos los fabricantes de ordenadores por cada copia de Windows que instalan. Se ha demostrado que la empresa de Bill Gates empleaba el precio de Windows como premio o castigo.Aunque Microsoft puede acudir directamente al Tribunal Supremo, le viene mejor dilatar el proceso y confiar en que un posible cambio político en el Gobierno tras las elecciones de noviembre traiga vientos favorables a un acuerdo.
Los expertos antimonopolio piden medidas más drásticas
Un grupo de economistas y juristas entre los que se encuentran los más reputados expertos en política antimonopolio de EEUU ha pedido un castigo más severo contra Microsoft al que ha propuesto la acusación y ha alertado sobre el riesgo de que una división en dos partes llegue a perjudicar finalmente a los consumidores. Aunque nadie les ha pedido su opinión, el jueves entregaron voluntariamente al juez del caso Microsoft, Thomas Penfield Jackson, un sesudo informe en el que analizan las derivaciones de los posibles castigos y determinan cuál es el mejor remedio para acabar con el abuso de posición dominante y las prácticas anticompetitivas que constituyen el núcleo de la acusación contra la empresa de Bill Gates.
El grupo de expertos es partidario más de la disgregación que de la segregación "porque el monopolio de Microsoft pone en peligro nuestra economía". Su fórmula sugiere, igual que la propuesta del Gobierno, separar las aplicaciones y los programas de los sistemas operativos, pero pide que este último negocio se reparta luego en tres empresas diferentes.
El documento de 72 páginas llegó al magistrado con las firmas de los economistas Roger Noll, William Nordhaus y Frederic Scherer, de las universidades de Yale, Stanford y Harvard. El informe también contó con la participación de Robert Litan, que en su etapa de fiscal antimonopolio del Departamento de Justicia tuvo que negociar con Microsoft un acuerdo en otra demanda de 1995.
Defensa del consumidor
En su opinión, la ruptura en dos que apoya el Gobierno de EEUU podría llegar a perjudicar a los consumidores porque elimina un monopolio para crear otros dos "capaces de exprimir al máximo los beneficios y situar los precios en un nivel más elevado del que estarían si el mercado fuera competitivo". El estudio dice que la segregación en dos "deja intacta la plataforma del monopolio". El sistema operativo Windows está instalado en más del 80% de los ordenadores del mundo mientras que las aplicaciones de Microsoft dominan más del 90% de ese mercado. Las compañías resultantes de la separación gozarán indudablemente de una buena posición.
Los economistas aseguran que el remedio "debe ser proporcional a la gravedad de los delitos demostrados en los tribunales, al contexto en el que se cometieron y al comportamiento mostrado por Microsoft. Las conclusiones legales del juez", dice el informe, "demuestran que los delitos son graves, numerosos y continuados". Por eso la propuesta del Gobierno "es un paso en la buena dirección, pero no suficiente".
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