El Gobierno de Colombia y el ELN pactan una zona para negociar
Después de 14 meses de desencuentros entre el Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional (ELN, el segundo grupo guerrillero del país), ambos se pusieron de acuerdo sobre la zona que servirá de escenario a la convención nacional y al diálogo entre las dos partes. Falta, sin embargo, una consulta con los pobladores de la zona elegida para que los contactos que arrancaron en un frío monasterio de Alemania, hace dos años, se concreten en diálogos y acuerdos en la calurosa, estratégica y conflictiva zona petrolífera del Magdalena medio.Tres municipios, de 4.727 metros cuadrados, servirán de zona de convivencia: Yondó, en la provincia de Antioquia y frente al puerto petrolero de Barrancabermeja; San Pablo y Cantagallo, al sur de Bolívar. Los tres quedan en la margen izquierda del río Magdalena, que atraviesa el país de sur a norte. "Los compromisos deben ser consultados directamente con las comunidades. El pueblo está desconfiado porque los sufrimientos de la guerra han sido demasiados", dijo el alcalde de San Pablo al reafirmar el temor que existe por esta decisión.
Ayer, como ha ocurrido desde que se empezó a hablar de la desmilitarización de la zona, se dieron marchas y protestas de rechazo. "Queremos que se haga la convención, pero que no sea en nuestra tierra", dijo un manifestante. Parte de la zona elegida es controlada hoy por los paramilitares.
Optimismo
A pesar de estos problemas, se recibió con optimismo la noticia del "marco general de entendimiento", como lo llamó el presidente Andrés Pastrana. El presidente anunció ayer que desmilitarizará por nueve meses dos municipios del departamento de Bolívar y uno de Antioquia. La zona tiene valor histórico para los elenos -al sur de Bolívar está la serranía de San Lucas, su eterno santuario-, pero hoy el territorio está en disputa con los paramilitares.
Además del nombre y de la extensión, esta zona despejada tendrá diferencias de fondo con el "laboratorio de paz", de más de 40.000 kilómetros cuadrados, donde, desde hace cinco meses, se adelantan los diálogos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, primera guerrilla del país). Habrá verificación nacional e internacional -entre los países amigos estará España- y, como lo anunció desde las montañas Nicolás Rodríguez Gabino, el máximo comandante de esta organización de unos 5.000 guerrilleros, "en la zona convivirán las fuerzas guerrilleras con las autoridades civiles y la comunidad". Una guardia cívica será la encargada de la seguridad.
Los detalles de la convención fueron definidos en octubre de 1998 en las montañas de Antioquia. Participarán 300 personas de todos los sectores del país, durará nueve meses y se discutirán sobre todo temas económicos, políticos y sociales.
Poco tiempo después de este anuncio, el Gobierno colombiano y los elenos se distanciaron, pues el primero no aceptó la desmilitarización de cuatro municipios al sur de Bolívar. Los elenos, entonces, arreciaron en su acción terrorista: en estos 14 meses de desencuentro volaron más de 200 torres de energía en actos guerrilleros y realizaron secuestros masivos, como el de 150 feligreses de una iglesia y los 49 pasajeros de un avión. Se espera que en los próximos días el Gobierno otorgue de nuevo al ELN su estatuto político, suprimido a raíz de estos hechos.
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