Industria investiga los altos precios de la luz en el mercado mayorista
Los precios de la electricidad se han disparado este año. El precio del kilovatio en el mercado mayorista o de producción -aquel en el que, diariamente, las empresas generadoras ofrecen la energía que producen a distribuidores y comercializadores- ha superado en abril, algunos días, las ocho pesetas, un 30% por encima del máximo previsto, seis pesetas. Ante esta situación, Industria ha instado a la Comisión de la Energía a que investigue por qué las eléctricas están subiendo tanto los precios.
La media de precios en los meses de enero y febrero se sitúa, según fuentes de la Comisión de la Energía, en 7,15 pesetas el kilovatio, lo que supone un 19,1% por encima de lo que las compañías del sector pactaron con el Ministerio de Industria en 1998. La espectacular subida en el denominado "mercado mayorista" de electricidad no tiene un impacto directo e inmediato en el precio que los pequeños usuarios -sujetos a la tarifa que determina el Gobierno cada año- pagan por la electricidad. Pero sí afecta a los clientes con capacidad de elegir suministrador, dado su alto consumo, y, sobre todo, puede distorsionar el delicado funcionamiento del mercado que prevé la Ley Eléctrica de 1997, y que se basa en el sistema de oferta y de demanda entre productores de electricidad, distribuidores y agentes comerciales.
Las compañías eléctricas, según fuentes del órgano regulador del mercado eléctrico, argumentan que la espectacular subida de precios se debe a la escasez de agua padecida hasta hace pocas semanas, al importante incremento de la demanda, que ha crecido un 8,3% entre el 1 de enero y el 31 de marzo, según la asociación que agrupa a las principales empresas, Unesa, y a otras circunstancias, como las paradas por revisión de algunas centrales nucleares y al aumento en los precios del crudo.
Pese a las explicaciones de las compañías, ni la Comisión de la Energía ni el Ministerio de Industria las tienen todas consigo. La Comisión ha confirmado que ha abierto una investigación sobre las causas de la subida a instancias de Industria.
La investigación tratará de determinar si las causas de tan espectacular subida están justificadas o, por el contrario, se trata de una estrategia adoptada por las empresas justo cuando el mercado liberalizado empieza a ser algo serio y se está ampliando el número de clientes que podrán elegir y negociar los precios de la energía que consumen de tú a tú con las empresas. Para el verano está previsto que el 42% de los consumidores tengan la posibilidad de elegir suministrador.
Según afirman fuentes de la propia Comisión de la Energía, existe la posibilidad de que la subida de precios responda a una especie de "pulso" lanzado por las eléctricas con un doble propósito: presionar al Gobierno para que no baje más las tarifas eléctricas, disuadir a potenciales clientes de ejercitar su derecho a elegir suministrador -unos precios altos en el mercado libre podrían aconsejar a muchos grandes consumidores a quedarse como están, es decir, sujetos a la tarifa normalizada- y, de paso, acumular liquidez.
Uno de los primeros efectos de la distorsión que registra el mercado, según recoge el informe de liquidación de la Comisión de la Energía correspondiente al mes de enero, es que "por primera vez en una liquidación provisional a cuenta, los ingresos declarados han resultado insuficientes para cubrir la imputación de costes de actividades reguladas [transporte, distribución, prima por consumo de carbón, etcétera]".
Falta dinero
Es decir, los elevados precios a los que las compañías distribuidoras -que son 100% propiedad de las compañías genera-doras- compran la electricidad obligan a su vez a aumentar los pagos que reciben las empresas por atender a actividades reguladas por la Administración. En esta especie de pescadilla que se muerde la cola falta dinero.
Ese déficit ha forzado al Ministerio a dictar una resolución, que lleva fecha de 28 de marzo de 2000, por la que se estipula que ese déficit del sistema, fruto de la subida de precios en el mercado mayorista u organizado, será financiado con cargo a los ya famosos costes de transición a la competencia (CTC). Es decir, el Ministerio ha decidido, tal y como prevé la ley, descontar de las ayudas eléctricas que tenían previsto ingresar las compañías al menos 11.805 millones de pesetas este año.
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