Sobre el lobo ibérico

Querría hacer algunas aportaciones respecto al artículo sobre el lobo ibérico publicado el día 18, que hace referencia a un estudio financiado por el Ministerio de Medio Ambiente y la Junta de Castilla y León. Creo que lo primero que hay que dejar claro es que este estudio se ha realizado sobre una zona muy concreta (sur de la provincia de Valladolid y este de Zamora) del área de distribución del lobo en nuestro país. Por tanto, los resultados obtenidos no pueden ser utilizados para generalizar sobre la situación del lobo en todo el área de distribución.Afirmar que "el lobo ya no cría en bosques, sino en campos de cereales" no responde a la realidad de nuestro país, sino a la realidad de una zona muy concreta correspondiente al área de estudio (donde no hay bosques). El lobo cría básicamente en áreas de bosque de todo el noroeste de la Península.

Respecto a la afirmación de que la población del lobo "crece en nuestro país a un ritmo sin precedentes" carece del más mínimo rigor. Hay que tener en cuenta que en provincias loberas como León, Palencia o Burgos no existe estudio alguno desde 1987. Además, en Galicia se ha constatado un retroceso del 30% de población, según el último estudio publicado en la región. Igualmente se dan por desaparecidos (estudio de la Junta de Castilla y León en 1998) los cinco grupos familiares censados en la provincia de Salamanca en 1987.

Es inaceptable que, en una materia tan sensible como todo lo relacionado con una especie tan conflictiva como el lobo, se carezca del más mínimo rigor a la hora de hablar de su situación poblacional. Estas afirmaciones, precipitadas e interesadas, responden a toda una estrategia que la Junta de Castilla y León (que financia estos proyectos) viene desarrollando desde hace años para, basándose a un ficticio crecimiento de la población lobuna, justificar una política de explotación del lobo basada en la caza, las subastas y la carencia de medidas de conservación de la especie. Esta falta de rigor y la manipulación de resultados está siendo hoy uno de los principales problemas para la conservación del lobo en nuestro país.

En el medio rural donde vivo sigue sin entenderse cómo se financian millonarios proyectos (para investigadores cuyos estudios siempre dan unos resultados muy concretos) mientras no se atienden prioridades básicas como la compensación de los daños que el lobo ocasiona a los ganaderos.- .