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El centro-derecha de Berlusconi logra un vuelco en el mapa político regional de Italia

Los resultados de las elecciones regionales del domingo -en realidad se eligieron también seis consejos provinciales y más de 500 gobiernos municipales- han dado un vuelco total al mapa político de Italia. Hasta el día de la consulta, es decir, hasta el 16 de abril, la coalición de centro-izquierda gobernaba en 11 de las 15 regiones con estatuto ordinario del país. A partir de ahora gobernará sólo en siete. Visto desde la perspectiva del Polo de las Libertades, aliado esta vez a la Liga Norte, las dimensiones del cambio se comprenden todavía mejor, porque de controlar sólo cuatro regiones, el centro-derecha pasa a gobernar en ocho.

Cuatro de las regiones en manos del centro-derecha (Piamonte, Liguria, Lombardía y Véneto) están en la franja norte del país, un territorio donde residen unos 20 millones de personas (de los 57 millones de italianos) y donde se produce el grueso de la riqueza nacional. Pero los resultados del Polo han sido buenos también en el centro del país donde se han apuntado dos regiones en las que pugnaban por gobernar desde hace tiempo: Abruzzo y, sobre todo, Lazio, que tiene a Roma por capital. Este último triunfo es particularmente importante para el partido de derechas Alianza Nacional (AN) y para su líder, Gianfranco Fini.Por último, la derecha gobernará también en Puglia y en Calabria, donde ya ganó en 1995, aunque por un caso de transfuguismo el gobierno regional pasó a manos del centro-izquierda.

El porcentaje global de votos obtenido por el centro-derecha se sitúa en torno al 50% de los sufragios, aproximadamente cinco puntos por encima del centro-izquierda (45,1%). En total, la población que será gobernada por el Polo será de 32 millones, mientras que sólo 17 millones de italianos habitan las regiones en las que ha triunfado el centro-izquierda (Emilia-Romagna, Toscana, Marcas, Umbría, Campania, Molise y Basilicata).

Los esfuerzos de la coalición de centro-izquierda por poner un pie en Véneto, valiéndose del carisma personal del ex alcalde de Venecia, Massimo Cacciari, no han tenido éxito. Cacciari se ha quedado a 16 puntos de distancia (38,3% frente al 54,9%) del candidato del centro-derecha, Giancarlo Galan, sin que este último haya necesitado para imponerse el 12% de los votos aportados por el nuevo socio del Polo, la Liga Norte.

Tampoco en Piamonte ha tenido fortuna la ministra de Solidaridad Social, Livia Turco, miembro del partido de los Demócratas de Izquierda, al que pertenece el propio primer ministro, Massimo D 'Alema. Turco obtuvo el 39% de los sufragios frente al 52,4% que ha obtenido en esta región el candidato de la oposición, Enzo Ghigo.

No es menos impactante el resultado de la cuarta región de ese próspero norte, Liguria, gobernada hasta el domingo por el centro-izquierda y que la coalición encabezada por Silvio Berlusconi le ha arrebatado con un holgado margen de casi cinco puntos de diferencia.

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La izquierda ha mantenido el control en las cuatro regiones rojas del centro además de en Basilicata, Molise y en Campania, donde Antonio Bassolino ha obtenido un márgen espectacular de casi 14 puntos. Entre las siete regiones donde mantiene el control hay regiones de gran peso específico como Emilia-Romagna y Toscana, y de gran peso demográfico, como Campania, en el sur, pero nada de esto es suficiente para superar la derrota global y la decepción en las filas del centro-izquierda.

El fracaso de los radicales

Pero no es la coalición de centro-izquierda la única derrotada en la cita con las urnas del domingo. Los radicales, que está vez se presentaban bajo el nombre de Lista Bonino en varias regiones italianas, han tenido un resultado más que modesto. Sólo la ex comisaria europea Emma Bonino, candidata a la presidencia de Piamonte (en el noroeste), su región de origen, obtuvo un discreto 7%. Nada espectacular comparado con el 54% del vencedor, Enzo Ghigo, pero, al menos, muy superior al que consiguió su compañero de partido, el padre de los radicales Marco Pannella, que en Campania obtuvo poco más del 2%.

Pannella ha sido uno de los pocos candidatos derrotados que han aludido a "embrollos" extraños en las votaciones en una región, la principal del sur de Italia, en la que el ex alcalde de Nápoles, Antonio Bassolino, ha arrasado a los demás contendientes. Tanto Bonino como Pannella denunciaron ayer "el retroceso" que representa el triunfo de la alianza Polo-Liga en ocho de las 15 regiones italianas con estatuto ordinario. Pero Bonino rechazó las acusaciones de que ha sido objeto por parte de su contrincante del centro-izquierda en Piamonte, la ministra Livia Turco, quien, la madrugada del lunes atribuyó su derrota a la candidatura de la ex comisario. "La presencia de Bonino no ha facilitado la batalla a la alianza Polo-Liga", declaró Turco. "Creo que la candidatura de Livia Turco tampoco la ha facilitado", fue la respuesta de Emma Bonino.

Ministerio del Interior: www.mininterno.it

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