La privatización del agua de Alcoy deja la alcaldía al alcance del PP
El Ayuntamiento de Alcoy inicia una de sus etapas más inestables, en la que el PSPV gobernará en minoría, con 10 concejales de 25. La situación deviene tras el abandono de los dos ediles de Esquerra Unida y el de Nova Esquerra del pacto de gobierno firmado con el PSPV el pasado mes de julio y en el se repartían la alcaldía. La nueva situación favorece al PP, partido que puede alcanzar la alcaldía en el próximo verano cuando se produzca el relevo de Sanus, quien ha adelantado su dimisión.
La renuncia de los ediles de EU y NE se hará oficial la próxima semana tras ser refrendada por sus respectivas asambleas locales. A falta de este trámite la ruptura del pacto de gobierno de Alcoy se hizo evidente ayer después del pleno celebrado en el Ayuntamiento. En la sesión, convocada dos días antes con carácter de urgencia y extraordinaria por el alcalde, se aprobaron los presupuestos municipales para este año. Estos contenían un polémico punto que hacía referencia a la privatización de la gestión del agua en contra de la cual se han mantenido EU y NE, sindicatos y vecinos.El pleno de ayer apenas duró tres horas pero fue tenso. Los contrarios a la privatización del agua llenaron desde las ocho y media de la mañana el salón consistorial para hacer patente su protesta. No obstante, el presupuesto y la privatización prosperaron con los votos a favor del PSPV y la abstención del PP. El grupo socialista argumentó su postura ante la reducción de más de 200 millones de pesetas de transferencias del Estado que, según explicó el portavoz, Francesc Carbonell, ha obligado a tomar algunas medidas drásticas como la privatización del agua que supondrá unos ingresos de 426 millones de pesetas.
Sin embargo, EU y NE se negaron a aprobar este presupuesto del cual dijeron que había sido elaborado a sus espaldas para cuadrar la privatización del agua. En el pleno, el portavoz de NE, Francesc Valor, razonó que "no es posible votar en contra de este presupuesto y seguir en el gobierno". Previamente, Valor fue duro contra la dirección del PSPV a quien acusó de "no reaccionar" ante un alcalde "que va a dinamitar con su política un gobierno de izquierdas".
El portavoz de EU, Lluís Torró, defendió que la ruptura del pacto debería entenderse como algo "unilateral del PSPV" y provocada por la política del grupo municipal socialista. Se refería a otras cuestiones como la privatización del servicio de bus urbano, el mantenimiento de la dualidad oficial del topónimo Alcoi/Alcoy o el nombramiento de Federico Trillo como hijo adoptivo de la ciudad.
Ayer Carbonell explicó a Europa Press que "el escenario político" podría cambiar a partir del verano, cuando se proceda a la votación del sucesor de Sanus, quien presentará su dimisión. Carbonell aventuró que si todos los partidos se votaran a ellos mismos, el PP podría obtener el gobierno del municipio. La nueva situación beneficia al PP. Su líder, Miguel Peralta, la resumía así: "Si no hay pacto de gobierno capaz de gestionar los intereses de Alcoy la legitimidad es nuestra al haber sido el partido más votado en las municipales".
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