El Gobierno austriaco impone su presencia en un foro antirracista de la UE

El Gobierno austriaco de coalición con la extrema derecha desafió ayer el boicoteo que le ha impuesto la Unión Europea e impuso su presencia en la inauguración de un instituto comunitario contra el racismo en Viena. La ministra de Exteriores austriaca, Benita Ferrero Waldner, se presentó sin ser invitada en la apertura de ese foro, desatando así las protestas de los organizadores. "Hemos decidido no invitar a representantes del Gobierno en esta inauguración", se vio obligado a decir el vicepresidente del foro, Bob Purkiss, informa France Presse. "Quería dejar nuestra posición perfectamente clara".El Observatorio de la Unión Europea de Racismo y Xenofobia (EUMC), nombre de este organismo antirracista, se había limitado a invitar a jefes de Estado de la UE y no a los Gobiernos, precisamente para evitar la presencia de los ministros austriacos.

La jefa de la diplomacia austriaca, del Partido Popular (conservador), que forma coalición con el Partido Liberal (FPÖ, de línea ultraderechista), acudió camuflada como miembro de la delegación del presidente de Austria, Thomas Klestil. Ante la prensa, Ferrero Waldner defendió que es "lógica" su participación en una institución de la UE que es cofinanciada por el Gobierno austriaco. Criticó que "precisamente una institución que combate la intolerancia cometa tal acto de intolerancia" y dijo: "Yo personalmente siempre he luchado contra el racismo y la intolerancia".

"Un partido racista"

En el acto de apertura, celebrado en el palacio de Hofburg, la presidenta del Parlamento Europeo, Nicole Fontaine, reafirmó que el FPÖ es "un partido racista y xenófobo". El presidente del Consejo Administrativo del EUMC, el francés Jean Kahn, condenó el uso de propaganda racista del FPÖ en las pasadas elecciones legislativas, en octubre, en las que se convirtió con el 27% de los votos en el segundo partido de Austria. El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, se refirió a los horribles crímenes del nazismo y advirtió del riesgo de banalizar la xenofobia, que es otra cara del racismo. Juan de Dios Ramírez Heredia, miembro del Comité Administrativo del EUMC, dijo que en esta conferencia se ha dado cuenta de la "dimensión europea" que han tenido los disturbios racistas ocasionados contra trabajadores marroquíes en El Ejido.

El debate estuvo dominado por el conflicto austriaco. El presidente de ese país, Thomas Klestil, quiso aliviar las acusaciones que pesan sobre Austria al recordar que este país de ocho millones de habitantes "ha recibido en los últimos decenios a más de un millón de inmigrantes y refugiados". Señaló que hoy se registran unos 800.000 extranjeros, pero no hay violencia contra ellos. El próximo miércoles, Klestil visitará el Parlamento Europeo para solicitar que los demás 14 Estados de la UE levanten las sanciones diplomáticas que impusieron contra el Gobierno austriaco.

El EUMC, la única institución de la UE sobre territorio austriaco, fue creada en 1997, antes de que se definiera en Austria el ascenso al poder del FPÖ.