Detenido un trabajador del Museo Arqueológico de Barcelona acusado de sustraer piezas durante años

Un trabajador del Museo Arqueológico de Cataluña (MAC)en su sede de Barcelona ha sido detenido bajo la acusación de haber robado antigüedades durante años. La Guardia Civil ha recuperado más de 4.000 piezas arqueológicas -muchas de ellas fragmentos- y 150 grabados del siglo XVIII que habían sido sustraídos por Manuel Gasca, de 42 años, quien había ocupado el cargo de responsable del control de los almacenes del centro donde se depositan las piezas no expuestas. La sorprendente historia del trabajador que se dedicaba a robar en su propio museo tiene como escenario un centro, la sede barcelonesa del Museo de Arqueología de Cataluña, que ha vivido tiempos tormentosos en los dos últimos años por las desavenencias entre los funcionarios y el anterior director, Francesc Tarrats, que fue destituido finalmente por la Generalitat y relevado por el actual director, Josep Maria Carreté, que ocupa el cargo desde el 28 de septiembre.

Según informó la Dirección General de la Guardia Civil, la operación que condujo a la recuperación de las piezas, denominada Barcino, se inició a principios de año, cuando el Grupo de Patrimonio Histórico de la Unidad Central Operativa de la Policía Judicial tuvo conocimiento de que el trabajador del museo ofrecía en el mercado objetos arqueológicos y grabados de Piranesi procedentes del centro barcelonés. Los grabados los fue recortando de libros, algunos de los cuales quedaron casi sólo con las tapas, según explicaron fuentes policiales a este diario.

Malversación

Como resultado de las investigaciones se procedió a detener a Gasca como presunto autor de un delito de malversación de bienes de valor histórico y artístico, ya que el detenido había cortado los grabados de varios libros de Piranesi que se encontraban en el museo.

En los registros realizados en diversas propiedades del detenido, los agentes intervinieron la mayoría de los objetos arqueológicos sustraídos, pertenecientes a las culturas egipcia, etrusca y romana, entre otras, así como documentación entre la que figuraban expedientes del museo y de comerciantes de antigüedades de Barcelona.

Los agentes comprobaron que el detenido había depositado en un comercio de antigüedades parte de los objetos que sustraía, por lo que, tras llevar a cabo una inspección, se intervino un grabado de Piranesi que se encontraba ya a la venta.

La Guardia Civil detuvo al propietario del comercio, Pere C. G., de 50 años, por un presunto delito de encubrimiento y receptación de obras de arte pertenecientes al patrimonio histórico, y más tarde se le intervinieron otros grabados.

Los objetos arqueológicos intervenidos son esculturas etruscas, terracotas púnicas, vasijas y platos griegos, sellos con inscripciones egipcias y monedas fenicias e ibéricas, entre otros. Se calcula que las piezas tendrían en el mercado un precio aproximado de 400 millones de pesetas. Los grabados de Piranesi tienen un valor de entre 300.000 y 700.000 pesetas.

El MAC reaccionó ayer con una nota pública en la que informó de la apertura de un expediente a Manuel Gasca. La dirección del museo señaló que el funcionario había sido responsable del control de almacenes hasta 1997 y que se encontraba de baja por enfermedad desde febrero de 1999.

El museo, que recalcó que dispone de medidas de seguridad adecuadas, señaló que la mayor parte de los objetos sustraídos eran "materiales fragmentarios" procedentes directamente de excavaciones arqueológicas efectuadas durante los años ochenta en el Bajo Aragón "y que probablemente no habían ingresado en el museo", aunque reconoció la sustracción directa de medio centenar de piezas de sus almacenes, y de los grabados.