Estados Unidos denuncia la falta de garantías de las elecciones organizadas por Fujimori
El presidente peruano, Alberto Fujimori, puesto en la picota por la comunidad internacional a través de diversos grupos de observadores por la falta de garantías del proceso electoral, en el que aspira a un tercer mandato consecutivo de dudosa legalidad, ha recibido la advertencia más seria desde Washington, donde la Administración de Bill Clinton ha expresado su profunda preocupación ante los comicios del próximo 9 de abril. Mientras el Gobierno de Fujimori da la callada por respuesta, la oposición considera como un "mensaje claro y contundente" el comunicado del martes de la Casa Blanca.
En ese informe, Washington insta al Ejecutivo peruano a "garantizar" la legitimidad del proceso electoral, incluyendo la emisión de votos y el escrutinio, a sólo 11 días de la celebración de los comicios."Si bien reconocemos las acciones tomadas por el Gobierno de Perú atendiendo anteriores recomendaciones hechas por estos mismos grupos de observadores, continuamos sintiéndonos profundamente preocupados por el hecho de que estas acciones no lleguen a establecer las condiciones que serían necesarias para garantizar un proceso plenamente democrático conducente a las elecciones al Congreso y a la presidencia", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Joe Lockhart. "Llamamos al Gobierno de Perú a adoptar todas las medidas necesarias, en los días restantes antes de las elecciones del 9 de abril, para consolidar la confianza pública en la integridad de las estructuras administrativas encargadas de organizar las elecciones", subrayó Lockhart, que recordó que "Estados Unidos concede la más alta importancia a elecciones libres y justas que reflejen fielmente la voluntad del pueblo peruano".
Washington ya expresó el pasado 9 de marzo su disconformidad con las condiciones preelectorales en Perú, cuando el Departamento de Estado criticó el hostigamiento a candidatos opositores y observadores electorales locales, lo que fue interpretado por las autoridades peruanas como una intromisión en los asuntos internos de su país. Un grupo de legisladores estadounidenses, encabezados por el senador republicano por Georgia Paul Coverdell, presentó ayer una resolución ante el Senado de su país para exigir elecciones libres en Perú. Coverdell denunció "el control por el Gobierno peruano de los organismos electorales, restricciones sistemáticas a la libertad de prensa, manipulación del proceso judicial para silenciar medios independientes y hostigamiento o intimidación de opositores políticos". "Esto constituye una tendencia inquietante", añadió el senador republicano, "aunque no necesariamente sorprendente para un Gobierno que tiene un desempeño poco consistente en materia de democracia y de respeto de la ley".
Falta de transparencia
Misiones de observadores internacionales de la Organización de Estados Americanos (OEA), del Centro Carter e Instituto Nacional Demócrata (NDI) de Estados Unidos han emitido serias objeciones a la transparencia del proceso electoral. Estas dos últimas instituciones hicieron la semana pasada 11 recomendaciones al Gobierno peruano, entre ellas el fin de la guerra sucia contra los candidatos de la oposición, los observadores, la Defensoría del Pueblo y los medios de comunicación. Fujimori no ha podido desmentir con pruebas la grave denuncia publicada semanas atrás por el diario El Comercio de la falsificación de hasta un millón de firmas para lograr la inscripción en el registro electoral de la candidatura del Frente Independiente Perú al 2000, que apoyaba la reelección de Fujimori. Por su parte, varios canales de televisión de la órbita gubernamental han rechazado difundir propaganda electoral de las candidaturas opositoras.
El candidato a la presidencia por la organización Perú Posible, Alejandro Toledo, ha pedido al Gobierno y a las autoridades electorales "no jugar con fuego", después de conocer el comunicado del Gobierno de Estados Unidos. "Estamos en el filo de la navaja", dijo el candidato, que se ha convertido en las últimas semanas en el máximo rival del presidente y candidato a una segunda reelección, Alberto Fujimori, quien figura primero en las encuestas, aunque no con la suficiente mayoría para evitar una segunda vuelta. El candidato a vicepresidente de la misma formación política, Carlos Ferrero, definió como "una cachetada en el ojo al Gobierno de Fujimori" el comunicado de la Casa Blanca. "Pero el Gobierno peruano no lo entiende, porque a las tres horas de haber salido ese comunicado ha continuado la guerra sucia [electoral] al financiar con sus avisos publicitarios el 80% de un programa de televisión destinado exclusivamente a atacar a Alejandro Toledo", añadió Ferrero, que recordó que en 20.000 mesas electorales de las regiones más alejadas de Perú sólo habrá miembros del Gobierno y de las Fuerzas Armadas.
Una opinión totalmente opuesta expresó la congresista gubernamental y candidata a renovar escaño Martha Chávez, para quien la postura de la Administración de Clinton "revela un propósito de mirar la paja en el ojo ajeno". "No somos país que se gobierne por comunicados de la oficina de prensa de otro país, cualquier país que sea, porque somos un país soberano y sabemos cómo resolver nuestros problemas y cómo interpretarlos", sentenció.
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