Los motores de gasóleo agravan la alergia al polen en las ciudades La concentración de gramíneas y cupresáceas será algo mayor esta primavera que la pasada
La alergia al polen es peor en la ciudad que en el campo. Hay el doble de afectados en las urbes, y ello se debe, en parte, a la contaminación producida por los motores y calderas de gasóleo, que multiplica hasta por 20 la respuesta alérgica al polen. Así lo advirtieron ayer los especialistas, que aseguraron que se espera una primavera moderada, aunque con índices de concentración de gramíneas y cupresáceas (de ciprés) discretamente superiores al año pasado.
El 15% de los españoles sufre alergia al polen. Las micropartículas en suspensión que provienen de los motores y calderas de gasóleo (Diesel) inflaman las mucosas nasales, multiplicando las respuestas alérgicas. Según Javier Subiza, coordinador del Comité de Aerobiología de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), hay estudios que demuestran que, al igual que hay el doble de alérgicos en las ciudades que en el campo, hay el triple de afectados entre los campesinos que viven cerca de autopistas que entre el resto. Los Diesel, añadió, afectan mucho más que otros motores, debido al microscópico tamaño de las partículas que producen, de dimensiones respirables.En este sentido, la Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica ha coincidido estos días en señalar los graves efectos de los Diesel en la salud del sistema respiratorio, debido a que las partículas que generan están impregnadas de carbón y de diferentes tipos de sales, como sulfato y nitrato amónico. Además, dado su tamaño, "son incapaces de sedimentarse o desaparecer, quedando flotantes y trasladándose por el aire muchos kilómetros".
Los expertos calculan que, en la primera década del siglo XXI, la mitad de la población urbana será alérgica. Ya hoy día, la alergia afecta al 30% de los jóvenes, lo que indica el drástico aumento de una enfermedad casi inexistente hace sólo 100 años.
El consumo de gasóleo no es, ni mucho menos, el único factor que ha hecho posible tan espectacular aumento de la alergia al polen. "La alimentación es fundamental. El exceso de higiene de la misma es la causa de que nuestro sistema inmune se haya vuelto, digamos, perezoso, y esto pone en marcha los anticuerpos que desencadenan las alergias". El modo de vida actual es también determinante. A la contaminación hay que añadir la costumbre de cerrar más las casas y el uso de sofás y moquetas que facilitan la acumulación de ácaros.
Esta primavera, por fortuna para los seis millones de alérgicos españoles, no va a ser especialmente dura, gracias a las escasas lluvias, según aseguró la presidenta de la SEAIC, Consuelo Martínez Cócera, que, sin embargo, sí advirtió de "una mayor concentración de gramíneas y cupresáceas, ya que estas plantas, que afectan a más del 25% de los alérgicos al polen, no necesitan mucha lluvia para su desarrollo".
Vacunas
Jenaro Hernández Peña, de la SEAIC, insistió en la necesidad de tratar la alergia con vacunas. "La mayor parte de la gente no acude al especialista y habitualmente sólo trata esta dolencia para evitar los síntomas (picor de ojos, enrojecimiento y lagrimeo, congestión y picor de nariz, además del síntoma más grave del asma). El tratamiento inmunológico, sin embargo, tiene la ventaja de que, después de tres a cinco años, la dolencia desaparece, y si reaparece se puede tratar con vacunaciones más suaves".
El gasto en fármacos (antihistamínicos, fundamentalmente) el año pasado se elevó a 1.400 millones de pesetas, cifra que previsiblemente será muy parecida a la de este año. El tratamiento de la alergia en España, por otra parte, suele ser de índole privada, ya que, como señaló Martínez Cócera, hay una dramática ausencia de alergólogos en el Sistema Nacional de Salud. Las gramíneas constituyen la primera causa de polinosis en España y son dominantes en el centro y norte de la Península. El polen del olivo, que generan varios árboles y arbustos, es la segunda causa de alergias en España. Está muy presente en la zona mediterránea. La alergia de la parietaria, una familia de malezas, es la principal en muchas regiones costeras del Mediterráneo, entre las que destacan Barcelona, Murcia y Valencia, aunque este polen es también importante en A Coruña.
