La privacidad de nuestros datos genéticos

Hace un año que investigo acerca de la evolución de llamado Proyecto Genoma Humano (PGH) y para mi sorpresa alrededor del PGH se han hecho unas expectativas desmesuradas, desde el desciframiento completo del cromosoma 22; digo que son desmesuradas porque alrededor del PGH han surgido proyectos que no tienen que ver con la ciencia, y se han politizado e industrializado aspectos científicos en los cuales los intereses pueden ir mucho más allá de nuestra salud.Indagando por El País Digital leí una noticia (lunes 28 de febrero) acerca de que el Gobierno británico, al igual que otras tres naciones, pretende crear una gran base de datos genética de todos sus ciudadanos.

Me interesa destacar que actualmente las bases de datos que contienen nuestras direcciones y números telefónicos son accesibles sin nuestro conocimiento a muchas organizaciones y compañías; esto es fácilmente deducible gracias al gran diluvio de propagandas, cartas y llamadas personalizadas que recibimos diariamente de diferente origen.

Ahora bien: ¿os podéis imaginar qué puede pasar si igualmente con esta misma facilidad se puede acceder a nuestra información genética, y entonces con igual facilidad puedan ser conocedores de nuestra disposición a sufrir ciertas enfermedades, nuestra longevidad, o la capacidad de nuestra inteligencia?

Si las naciones deben velar por nuestros derechos y libertades, ¿dónde está el derecho al respeto de nuestra dignidad, cualesquiera que sean nuestras características genéticas si se puede acceder a todas ellas y las de cada individuo? ¿Quién nos puede garantizar la privacidad de estas bases de datos si actualmente no lo son ni nuestra dirección de domicilio ni nuestro número de teléfono?-