Odina arremete en un ensayo contra la vida de lo breve, rápido y en inglés
La periodista alerta contra los peligros de la sociedad tecnológica
"Jamás una lágrima emborronará un e-mail". La frase de José Saramago es utilizada por la periodista Mercedes Odina para ilustrar lo que el progreso representa para el hombre contemporáneo. La aldea irreal, la sociedad del futuro y la revolución global (Aguilar), su nuevo ensayo, alerta sobre los peligros de la revolución tecnológica que vivimos, en la que conviven 6.000 millones de personas con 14.000 millones de microprocesadores. "La tecnología se implanta y la gente la contrae como un resfriado", apuntó ayer la escritora en la presentación de su nuevo trabajo, en el que arremete contra la vida de lo breve, rápido y en inglés.
El Gran Wyoming, que ejerció de presentador de La aldea irreal, calificó este ensayo como un alegato contra la arrogancia de la ciencia y la complacencia del receptor. "Antes el estudio iba unido a la bondad del ser humano, era indisoluble el hecho de ser un hombre estudioso y un hombre social, pero hoy en día todas las opiniones tienen el mismo valor", apuntó el escritor y periodista, para el que parece claro que nos encontramos ante una generación de seres acríticos. Su opinión es que El mundo feliz está al alcance de la mano, pero las teorías dejarán de existir porque sólo habrá una, el ordenador. "Tenemos una de las herramientas más poderosas de la historia de la humanidad y eso nos hace sentirnos genios sin serlo", aclaró Wyoming.La aldea irreal plantea las transformaciones que se están produciendo ante la nueva revolución. La autora de El factor fama (Anagrama) cuestiona la inocuidad de las nuevas tecnologías alertando sobre los peligros que están aún por llegar de la mano de los avances científicos, especialmente en los campos de la genética, la neurobiología y la inteligencia artificial.
"Es muy importante saber qué se investiga, quién lo controla y cuánto se gasta, y para ello es necesario seguir la pista de los laboratorios", apuntó Odina, que señaló directamente las investigaciones para crear órganos humanos o la belleza de truco que permiten el dinero y los quirófanos y que algunas mujeres utilizan para escalar puestos de poder. "¿Se pagará también un riñón artificial?", se preguntó la autora, que auguró la vuelta a una sociedad feudal marcada por la propiedad y el uso de la ciencia.
Odina, que ha sido corresponsal de Televisión Española en Estados Unidos y directora del programa de investigación periodística Dossier XXI, vivió en ese país los años de la irrupción de Internet. "Fue tan fantástico que al principio pensé que estábamos viviendo una revolución, pero al final es la banca quien se está quedando con Internet y en África no existe. Norteamérica es la dueña de la ciencia y de la tecnología, y el inglés es el futuro", añadió Odina. La escritora señaló que son malos tiempos para el pensamiento y para el periodismo. Su idea es que el público prefiere informarse ahora con los programas de humor y que las nuevas tecnologías no son compatibles con el pensamiento.
Odina mantiene que el pensamiento atraviesa una crisis importante y que se ha impuesto la dictadura de lo políticamente correcto. "Si contestas a eso eres un nazi o un indocumentado", añadió la periodista, que propuso empezar por rescatar la bondad, la ética y el humanismo como un primer paso para combatir lo que se avecina.
Babelia
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