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Irregular desfile del grupo gallego en el 'prêt-à-porter' de París Tom Ford combinará las colecciones de Yves Saint-Laurent y de Gucci

La larga semana de la moda de prêt-à-porter de París cerró ayer con un irregular desfile de los "creadores españoles", en realidad un colectivo gallego compuesto por Adolfo Domínguez, Kina Fernández, Florentino y las marcas Jealfer y Mafecco. Organizado por la Asociación Textil de Galicia contó con la ayuda de 15 millones del ICEX. Ni siquiera la presencia de las top models Fernanda Tavares, Laetitia Casta o las españolas Laura Ponte y Laura Sánchez pudo disimular lo que a veces resultaba un atentado al buen gusto.

Después de una semana de intensa moda de primer orden en forma de desfiles del calibre de Chanel, John Galliano e Yves Saint-Laurent resulta algo pretencioso que algunas "marcas" tengan la audacia de llamarse "creadores". Suerte que la gran mayoría de la prensa de moda internacional ya había hecho las maletas y no asistieron al acontecimiento que fue salvado por el buen criterio de Adolfo Domínguez, quien abrió el desfile con Laura Ponte envuelta en una estola de lana jaspeada color ceniza con rayas diagonales rosa y lila combinado con un vestido largo palabra de honor y Laetitia Casta con vestido mohair y gasa rojo muy ceñido hasta media pierta y botas altas beis con tacón.Siguió una colección dominada por la piel, como el abrigo siete octavos anudado por cinturón, también en napa color paja, y pantalón recto a juego, una serie de piel vuelta incluyendo largo abrigo batín color verde kiwi con pantalones de ante y los trajes de chaqueta spencer corta con cierre cremallera en lana tweed mostaza con falda línea A. También desfilaron hombres con chaquetones, parcas y abrigos trinchera verde bosque con un solo cierre de cuero en pecho y pantalones a juego.

Florentino, con su línea de hombres ofreció trajes grises jaspeados combinados con jerséis de cuellos vueltos a rayas turquesas y negras o naranja y rojo, mientras Jealfer, especialista en punto, presentó jerséis-túnica sin mangas y corte diagonal y falda larga y ajustada con dibujo lima y turquesa al estilo Missoni o jerséis túnicas con jacquard étnico en naranja, rojo, verde y tostado.

Menos afortunado fue Mafecco con sus tops y túnicas de conejo blanco con capucha, combinados con faldas luminosas campestres en blanco con estrellas rojas al estilo Heidi en la montaña.

Cerró Kina Fernández quien presentó monos de lúrex negro y plata hiperceñidos con escotes en pico y una serie de chaquetas y faldas a base de cuadros patchwork en lentejuelas celeste, turquesa, negro y plata, además de los bordados de lentejuelas geométricos en bajos de pantalones campaña al estilo Paco Rabanne, quien estuvo presente en el desfile.

La noticia de la semana fue la confirmación de Tom Ford como el nuevo director de la colección prêt-à-porter de Yves Saint-Laurent. Desde que el Grupo Gucci compró la firma francesa en noviembre se especulaba sobre el futuro de Albert Elbaz, quien ha estado diseñando la colección desde hace tres temporadas cuando fue designado delfín de Saint-Laurent. Curiosamente, la colección de Elbaz presentada el lunes fue su mejor obra hasta ahora, captando el espíritu del maestro, pero con líneas más actualizadas. Ford seguirá también diseñando Gucci.

El viernes, el maestro de la aguja Karl Lagerfeld captó la esencia de Chanel (los famosos sastres tweed ribeteados), pero transportado al nuevo milenio en forma de estilizadas chaquetas-abrigo hasta o por encima de la rodilla, tanto en blanco con borde negro como tweed frambuesa con raya morada, las faldas y chaquetas con mangas desmontables de la línea nieve en tejidos acolchados con grandes puños de punto. Todos los modelos se complementaban con medias y botines de tacón tatuados con la doble C de Chanel.

El showman John Galliano presentó un destile muy parecido a una cabalgata de carnaval, con modelos portando animales de cartón.

Rabanne, quien ha abandonado la alta costura, ha cogido las riendas de la línea prêt-à-porter y su colección respiraba un aire de modernidad sin olvidar sus raíces: mallas metálicas de plata y oro para monos completos; trajes pantalón o sugestivos tops combinados con pantalones negros con pata trompeta. El terciopelo, napa y pieles vuelta son los materiales más utilizados para maxiabrigos; chaquetones tres cuartos y trajes pantalón estilizados en negro, granate, blanco y morado.

Loewe, de mano de Narciso Rodríguez, ofreció un estilo sencillo, sobrio y refinado dominando los tonos naturales como arena o beis. Además del negro, principalmente para los trajes de noche sin mangas al estilo años sesenta, ha utilizado rayas que recuerdan los cuadros de Mondrian.

Cristina Ortiz, para Lanvin, ofreció su colección más completa hasta la fecha combinando materiales como sedas con napas o tweeds con gasas para estrechos pantalones de satén de cintura a la cadera con blusas de gasa en seda con mangas ablusonadas; grandes jerséis tipo cárdigan o tops en punto sin mangas y cuellos vueltos, faldas y tops con aplicaciones geométricas en lentejuelas formando dibujos art decó, todo en tonos pistacho, rosa chicle, plátano, nuez, chocolate o crudo.

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