Ninguna empresa ha recurrido en tres años a los incentivos de Trabajo para reducir jornada

El programa de incentivos al reparto del empleo, puesto en marcha por el Departamento de Trabajo en 1997, permitió que las empresas contrataran a un total de 207 personas el pasado año gracias a los puestos que dejaron vacantes otros trabajadores que se pudieron acoger a 17 tipos diferentes de excedencia. La idea del departamento es mantener el programa, aunque revisando alguna de las medidas que no han dado resultado, como los incentivos a la reducción de jornada. Desde que están en vigor, ninguna empresa ha solicitado este tipo de ayudas.

La reducción de jornada pasa por ser el sistema más puro de reparto de trabajo. El departamento Trabajo subvenciona a las empresas que se comprometan a crear empleo gracias a la reducción de un 5% de la jornada laboral sobre el año anterior. "El debate de que hay que trabajar menos para que puedan trabajar todos aún no ha calado", se lamenta el viceconsejero de Trabajo, José Ramón Bengoetxea. Las ayudas por la conversión de horas y pluses en tiempo libre (lo que obliga a la empresa a contratar a alguien para sustituir al trabajador titular) y la eliminación de las horas extraordinarias tampoco recibieron solicitudes por parte de los empleadores durante el último año. Al igual que con la reducción de jornada, desde que el plan está en vigor las ayudas a las horas extraordinarias no han tenido ninguna acogida. Según el viceconsejero, "la idea del decreto del reparto de trabajo fue buena y en su momento se adelantó a varios debates, como el de las 35 horas". Sin embargo, reconoce que en algunos casos no ha dado el fruto esperado. "No se puede hablar de fracaso porque es un buen decreto y las excedencias por el cuidado de hijos, la maternidad y la guarda legal se han utilizado bastante, pero en lo esencial, que es la reducción de jornada no ha dado resultado". Así, Bengoetxea adelanta que el Departamento va a potenciar las medidas que han dado resultado a través de un nuevo decreto y estudiar con detenimiento por qué han fracasado la de reducción de jornada y la de supresión de las horas extraordinarias. "El problema del paro sólo podrá superarse si los trabajadores y las empresas se conciencian de que estamos ante un bien escaso (el empleo) y de que tienen que involucrarse activamente".

Iniciativa socialista

La norma por la que se articulan las ayudas al reparto de tiempo de trabajo y a la contratación indefinida fue una iniciativa del socialista Ramón Jáuregui cuando ocupaba la cartera de Trabajo, en el año 1996. Fue aprobada en Consejo de Gobierno en setiembre de ese año y comenzó a aplicarse en enero de 1997. El decreto establece subvenciones de las cuotas que las empresas pagan a la Seguridad Social por sus trabajadores en 17 supuestos de excedencia: ocho que aparecen recogidos en el Estatuto de los Trabajadores y otros nueve que responden a pactos individuales o colectivos de los empleados con su compañía.

El Departamento subvenciona un 50% de las cuotas a la Seguridad Social de los trabajadores que sean contratados para sustituir a los que decidan acojerse a una excedencia, que puede ir desde cuidar a los hijos hasta para formar parte de una Organización no Gubernamental. En el caso de que las personas contratadas pertenezcan a algún colectivo especialmente desfavorecido, como parados de larga duración, mujeres con responsabilidades familiares, parados mayores de 40 años, jóvenes menores de 26 años que accedan al primer empleo, minusválidos físicos, ex toxicómanos y reclusos y ex reclusos, la subvención llega al 75%.

El Gobierno destinó el año pasado poco más de 88 millones de pesetas a pagar el 50% de las cuotas de la Seguridad Social de los 207 trabajadores contratados. Además, apoyó con otros 75 millones de pesetas a los 212 trabajadores que dejaron su puesto gracias a una excedencia temporal y que permitieron las nuevas contrataciones. Hay situaciones de excedencia en las que las empresas sólo tiene obligación de seguir pagando a sus trabajadores durante un tiempo determinado. Son en esos casos en los que el Departamento de Trabajo apoya económicamente a los empleados que decidan acogerse a un permiso, pero siempre que la salida conlleve un contrato a otra persona. Si no hay nuevo contrato no hay subvención al trabajador que se acoge a una excedencia.

De los 17 supuestos recogidos en el decreto, el más utilizado durante el último año fue la excedencia por cuidado de hijos, que fue aplicada en 94 casos, y el segundo, la de guarda legal, en 47 oportunidades. El año anterior, la excedencia por maternidad o adopción fue la medida más solicitada, con 254 casos. Sin embargo, un decreto del Ministerio de Trabajo publicado el año pasado financia el 100% de la Seguridad Social a las personas que sean contratadas para sustituir a las bajas por maternidad, con lo que el supuesto recogido en el decreto vacso pierde eficacia y será suprimido, según adelantó Ramón Bengoetxea. Los pactos de adaptación de jornada han beneficiado a 14 personas, mientras que el contrato de relevó favoreció 28 contrataciones. Esta medida permaneció en vigor hasta julio, momento en el que el Departamento de Trabajo aprobó un decreto exclusivamente para el contrato de relevo, aunque de momento no ha arrojado frutos visibles.