"La energía sucia no paga lo que contamina" J.L. García Ortega, de Greenpeace
» LOS AFECTADOSGreenpeace, como las demás organizaciones ecologistas, subraya que las empresas que fabrican energía no asumen todos los costes de su actividad, "no internalizan las externalidades (contaminación, gases de efecto invernadero, riesgo de accidentes nucleares, muertos en la minería del carbón, explosiones de gas en los hogares...) que su actividad produce". Si lo hicieran, dice, "la única energía rentable sería la renovable" y "se invertiría más en eficiencia energética", es decir, en medidas de ahorro. Al Gobierno que salga de las urnas le exigirán la "ratificación inmediata del Protocolo de Kioto", un compromiso asumido por España para limitar la generación de gases de efecto invernadero que "ya se ha superado con creces"; el cierre de las nucleares; un apoyo real a las energías renovables, "que saque a la solar de la marginación", y un plan ambicioso de ahorro energético.
"El gas tiene que dejar de ser un monopolio" C. Sánchez-Reyes, presidente de OCU
A los consumidores lo que más les interesa es que la energía sea barata, más barata, y además que el suministro esté garantizado con calidad y seguridad. El presidente de la OCU, Carlos Sánchez-Reyes, tiene muy claro que "la competencia es la mejor garantía para que bajen los precios" y que los mercados energéticos son, en el mejor de los casos, oligopolistas. Y uno de ellos, el del gas, es "un monopolio que impide que baje el precio de la electricidad". "La electricidad generada por gas es la más barata y, aunque la ley teóricamente permite instalar centrales de ciclo combinado (producción de electricidad por gas), éstas no tienen la oferta garantizada porque el suministrador es único". También demanda ampliar la liberalización de eléctricas e hidrocarburos y "dar independencia a la Comisión de la Energía y al Tribunal de Defensa de la Competencia".
"La nuclear es la energía más limpia y barata" S. San Esteban, del Foro Nuclear
"No hay razones ni económicas, ni ecológicas, ni técnicas" para cerrar ninguna central nuclear española, sostiene Santiago San Esteban, director del Foro Nuclear. Dice que no hay motivos económicos porque el kilovatio producido en centrales nucleares es más barato que el obtenido por otras fuentes, porque el 30% de la energía eléctrica es de origen nuclear y porque no depende de las importaciones de petróleo ni de su creciente precio. No ve razones ecológicas porque la gestión de los residuos radiactivos está controlada por una empresa pública, Enresa, y vigilada por el Consejo de Seguridad Nuclear, y porque la producción de energía nuclear no expulsa gases de efecto invernadero. Y defiende que tampoco los hay técnicos, pues las centrales españolas aún no han concluido su vida útil y su cierre lo acabarían pagando los consumidores.
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