_
_
_
_
LA LIDIA - SAN SEBASTIÁN

El coloso de los palos

El Fandi es un torero con oficio, con facultades y con valor. En su primer toro estuvo regularcito. En su segundo ya la cosa empezó a ponerse más seria. Dio buenos lances. Toreó con ambas manos con mucha voluntad aunque bastante movido y despegado. Con la izquierda en ese segundo toro resolvió mejor la papeleta. Pero sin llegar a profundizar ni a torear con el sentimiento precisos. Se excedió en pases, por lo que se puso pesado.Sergio Aguilar fue el torero que calentó la tarde. En su segundo toro cortó una oreja y hubo petición de otra. Realmente su toreo ceremonioso calienta los tendidos, aunque parezca lo contrario. Tal vez los públicos están acostumbrados al toreo de José Tomás, tan parsimonioso que por eso tal vez ven en este joven la proyección de lo que puede ser José Tomás. Salvando las distancias, evidentemente.

Torrestrella / Fandi, Aguilar, Procuna Novillos de Torrestrella, bien presentados, sin mucha fuerza, con recorrido y en conjunto manejables

Buen novillo el 6º. El Fandi: estocada baja (aplausos); dos metisacas -aviso- (vuelta por su cuenta). Sergio Aguilar: estocada baja (vuelta); estocada hasta la bola (oreja y petición de la segunda). Procuna: pinchazo, media estocada -aviso- (aplausos); media estocada -aviso- (vuelta). Plaza de Illumbe, 25 de febrero. III Encuentro Mundial de Novilleros. Casi media entrada.

Como quiera que toda la tarde se mató muy mal, y en ese segundo toro Sergio Aguilar, el torero de Madrid, dio una estocada entregándose, de ahí que el público se quedara con él, pidiera la oreja y después la segunda oreja. A lo que el presidente no accedió. Para contraponer esa negativa del presidente el torero dio una vuelta al ruedo dentro del tono parsimonioso que él imprime a sus actuaciones toreras.

El portugués Procuna es un coloso con las banderillas. Un muchacho con 16 años parece casi imposible que pueda tener la sabiduría de Víctor Mendes y Luis Francisco Esplá juntos. Pues el modo de banderillear y la manera de estar corriendo delante del toro, quebrándose a unos centímetros de los pitones, resulta de una espectacularidad asombrosa. Estaríamos hablando de la suerte de banderillas que este joven lusitano atesora todo el tiempo que hiciera falta. Porque hace toda una labor admirable y con un encanto y un poder excepcionales.

Además de eso torea bien con el capote. Muletea con mucha enjundia y una de las cosas de más valor en sí mismo es que sabe manejarse con los terrenos, sabe en qué lugares hay que llevar a las reses.

A su primer toro le instrumentó tres series de derechazos con la muleta bastante atropellada, pero intentando ligar los pases. Con naturales estuvo no tan bien. En su segundo toro, sexto de la tarde, toreó muy quieto, con las dos manos, valiente, demostrando que tiene porvenir como torero, en especial con los palos.

La tarde tuvo mucha variedad con el capote. Y otra vez al recordar las cualidades excepcionales de este joven novillero hay que significar que los otros dos compañeros de terna también entran en lo que se llama toreros-banderilleros. Por eso en todos los novillos hubo banderillas a cargo de los matadores.

En los tres primeros novillos los toreros fueron invitándose unos a otros. Y ahí vimos cómo el torero portugués era infinitamente superior a sus dos compañeros. Posiblemente si no hubiera alternado con dos toreros-banderilleros su actuación hubiera sido muy buena, pero no tan rematadamente buena como fue al compararse con los otros compañeros.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_