Los partidos ligan el cierre de un colegio vitoriano a la batalla lingüística
Lo que empezó como un problema de unas pocas familias, que en el próximo curso se verán obligadas a llevar a sus hijos a un colegio diferente porque cerrará el suyo, ha crecido de dimensiones hasta convertirse en un arma arrojadiza entre la clase política. El cierre del colegio de Santa María de Vitoria, decidido por la consejería de Educación, y su futura fusión con un centro ubicado en el Casco Viejo (Ramón Bajo) se trató ayer en el pleno municipal y, en vez de aunar sensibilidades, se abrió una brecha mayor entre los partidos.Al final, sólo hubo unanimidad en alabar "la labor pedagógica y los programas de integración" de esos dos colegios, donde más de la mitad de los alumnos son hijos de inmigrantes. Sin embargo, no supieron llegar más allá. Finalmente, el Ayuntamiento aprobó una moción en que se insta al Gobierno vasco a mantener en pie ambos centros. La apoyaron el PP, los socialistas y UA. Los nacionalistas (PNV, EA y EH) votaron en contra.
Desafectación del centro
El pleno fue una sucesión de reproches. El PP culpó a Educación de procurar la desaparición del modelo A (en castellano). El teniente de alcalde, Miguel Ángel Echevarría, anunció además que solicitará la desafectación del colegio Santa María cuando desaparezca para que el edificio revierta a la corporación municipal. Bajo esta petición está su sospecha de que el Departamento de Educación pretende ampliar la ikastola Bambi, adyacente al centro, ocupando el espacio que quedará vacío.
EH también aprovechó el debate para hablar de modelos lingüísticos y asegurar que a los hijos de inmigrantes "se les niega el conocimiento de la cultura vasca" al inscribirlos en el modelo A, "que no es integrador".
Los socialistas trataron de escapar a esa tendencia. El concejal Juan Carlos Alonso, que introdujo el asunto en el pleno, acusó a los partidos de "meter a los niños en guerras políticas" y se ciñó a su opinión sobre el cierre de Santa María: "Me niego a que haya concentraciones de más del 70% de inmigrantes [en Ramón Bajo] porque eso no es mestizaje". Culpó también al Gobierno vasco de "miopía" por aplicar "criterios economicistas".
El concejal de EA Avelino Fernández de Quincoces defendió la gestión del consejero de Educación al recordar que hay clases en esos colegios donde sólo hay cinco o seis alumnos y que en este asunto simplemente se ha tratado de seguir un criterio de "racionalidad". Además, añadió, los directores de los dos centros han estado de acuerdo con la fusión acordada por el Gobierno vasco.
La secretaria de la asociación de padres de alumnos de Santa María, Blanca del Campo, añadió más confusión a la polémica al lanzar un nuevo elemento: "Nos ha llegado que hay padres que tienen problemas para matricular a sus hijos en centros privados sólo porque son magrebíes". Sin embargo, no aportó datos.
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