_
_
_
_
_

Sara Rosenberg describe en una novela los rasgos del fascismo

Sara Rosenberg, nacida en el norte de Argentina (Tucumán, 1954), posee los rasgos derivados de una familia judía centroeuropea, piel muy blanca, rubia y ojos azules, aunque en su país natal siempre se sintió "una india". Rosenberg es hija de una generación que se tuvo que exiliar en los años duros de la dictadura argentina ("el exiliado y el extranjero es un privilegiado al poder cruzar culturas"), como la protagonista de su segunda novela, Cuaderno de invierno (Espasa). Un libro, que no es autobiográfico, en el que ha querido mostrar la filosofía que anida en el fascismo", dijo ayer al presentar el libro, acompañada de su marido, el escritor Juan Madrid, y de los autores Javier Maqua y Lourdes Ortiz. "Planteo qué sucede cuando surge el fascismo, qué irracionalidad conduce al mundo y qué pasa con la gente que lo vive", añadió esta escritora cuya primera novela, Un hilo rojo, publicó en 1998.

De ese libro recupera en Cuaderno de invierno la misma reflexión que persigue a esta autora que ha transitado por la novela, los relatos y el teatro: "El fascismo tiene una continuidad; no se acabó con Hitler y en Alemania, la prueba está en la antigua Yugoslavia". Y trata el libro de cómo los hombres tienen que tomar partido: "Callar, morirse, alcoholizarse o recuperar el sentido de la vida", dijo esta escritora, siempre sumergida en varias actividades, como antropología, pintura y escultura, hasta que llegó, "como un proceso natural", a la literatura.

La protagonista de Cuaderno de invierno es una mujer dura, una luchadora a pesar de tener la vida muy resuelta, médica, que viaja a Buenos Aires tras años de exilio ante la agonía de su padre. A su vuelta, trágicos recuerdos (como un asunto de tráfico de órganos) se le mezclan con una realidad que ha dejado de interesarle. Influida por la literatura anglosajona, la autora recorre en Cuaderno de invierno el largo proceso de autodestrucción y el renacimiento de la protagonista cuando se enfrenta con sus fantasmas.

"Leer esta novela me produjo una sana envidia, la de encontrarme con una historia sólida y fascinante, fue como la catarsis que produce la lectura de un buen libro", declaró Lourdes Ortiz.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_