La inversión de Fomento en transportes para la Comunidad cayó con el PP del 10% al 5% El gasto del ministerio ha pasado de 70.000 millones en 1993 a 43.000 el año pasado

El peso de la Comunidad Valenciana en el porcentaje de las inversiones del Ministerio de Fomento en materia de infraestructuras de transportes se redujo a la mitad con la llegada del Partido Popular. Pese al reiterado anuncio de los líderes locales del PP sobre el aumento del poder valenciano en Madrid, las cifras oficiales del ministerio reflejan que mientras la inversión para toda España en carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos ha aumentado lentamente, la inversión en la Comunidad se ha estancado, reduciéndose así la porción de tarta para los valencianos del 10% al 5%.

Si durante la última legislatura de los socialistas en el Gobierno central las inversiones en transportes para la Comunidad Valenciana se mantuvieron en torno al 10% del gasto destinado a toda España, la llegada a la Moncloa del ahora presidente del Gobierno, José María Aznar, ha supuesto año tras año una constante merma de ese porcentaje. Y sin vuelta atrás, puesto que el PP ya ha anunciado que en los próximos ocho años la inversión, lejos de mejorar, se mantendrá en el 5,6% de media anual.El ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado prometió en Valencia el pasado 31 de enero que, de acuerdo a su Plan de Infraestructuras 2000-2007, se destinarían 539.806 millones de pesetas para mejorar en la Comunidad los cuatro pilares del transporte: carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos. Los responsables del PP autonómico se congratularon del anuncio, se felicitaron por la inversión y proclamaron que Fomento, por fin, iba a saldar la deuda histórica de Madrid con los valencianos.

Estas declaraciones estaban en consonancia con el sentimiento generalizado de muchos valencianos que, con las cúpulas empresariales a la cabeza, siempre han denunciando el abandono que sufría la Comunidad por parte del Gobierno central. Una sensación que se veía agravada por un hecho indiscutible, la tardanza en cerrarse la autovía Madrid-Valencia. Del mismo modo, tras el cierre de la A-3 parece como si hubiera llegado el desagravio y que, por fin, el PP hubiera puesto las cosas en su sitio.

Sin embargo, las cifras oficiales son mucho más frías. Así, según la página web del Ministerio de Fomento, en 1993 (no se ofrecen datos de años anteriores) el Gobierno central gastó 109.000 millones de pesetas en la Comunidad. De ellos, hasta 70.770 se destinaron a carreteras, trenes, puertos y aeropuertos. Un monto que supuso el 11,44% de lo que el Estado destinó a transportes en toda España. La inversión cayó ligeramente en los dos años siguientes, todavía con Felipe González en la Moncloa, para pasar al 10,14% y al 9,19%.

Cambio brusco

Sin embargo, el cambio más brusco se produjo tras el triunfo del PP en las urnas. En 1996, ya con el nombre de Fomento, el ministerio disminuyó las inversiones reales en la Comunidad a sólo 50.217 millones (el 8,92% de los 562.800 gastados en todo el Estado). Peor fue al año siguiente, con un gasto de 45.307 millones (el 7,48%). Y tampoco mejoró en 1998, con 44.001 gastados y sólo un 5,71% del monto total para transportes.

En 1999, sin saberse todavía cuáles han sido las inversiones reales, la cifra asignada ya era bastante exigua: 44.001 millones del casi un billón presupuestado por Fomento para los cuatro capítulos mencionados. Cumpliéndose al 100% este presupuesto, la inversión en la Comuidad habrá caído al 4,54%, muy lejos del peso demográfico y económico de esta autonomía, que ronda el 10% en ambos apartados.

De esta forma, la promesa de Arias-Salgado hasta el 2007, de cumplirse punto por punto, efectivamente mejora sustancialmente la inversión de los últimos años, puesto que los 539.606 millones ofertados en ocho años suponen una inversión media anual de 67.475 millones de pesetas, un 50% superior a la media del gasto durante la legislatura del PP. Pero, como ya publicó EL PAÍS el pasado 1 de febrero, el Plan de Infraestructuras 2000-2007 sólo supone igualar las inversiones medias anuales de las que ya disfrutaba la Comunidad hace diez años, durante la época socialista, pero con pesetas de entonces. Es decir, no sólo ha caído el nivel inversor del Estado en transportes valencianos sino que, además, la Comunidad ha perdido peso específico en el conjunto de España.