La privatización de Babcock & Wilcox retrasa la construcción de la planta regasificadora

Las obras de construcción de la planta regasificadora (Bahía de Bizkaia Gas) y de la planta de ciclo combinado (Bahía de Bizkaia Electricidad), los dos mayores proyectos energéticos en marcha en Euskadi, deberían haberse adjudicado el pasado enero. Sin embargo, el retraso en la privatización de Babcock & Wilcox lo está impidiendo. El Consejo de Administración de ambas sociedades, en el que están presentes con un 25% del capital BP-Amoco, Repsol, el Ente Vasco de Energía e Iberdrola, apuesta por el consorcio en que están integrados los dos fabricantes vascos de bienes de equipo (Mecánica de la Peña y la propia B & W) con un socio extranjero de referencia. La entrada ahora en el proceso privatizador de la alemana Babcock Borsing está retrasando el proyecto y dificultando aún más la adjudicación.

Seis consorcios pujan actualmente por los dos proyectos energéticos de la Margen Izquierda del Nervión. Sin embargo, las dos Bahías apostaban de forma directa porque la adjudicación de las obras, que suponen una inversión de 75.000 millones de pesetas (450,7 millones de pesetas) se quedara en Euskadi. La idea central es que Babcock & Wilcox, cuya cartera de pedidos languidece y no alcanza los 30.000 millones de pesetas, sea el protagonista de la gran inversión energética vasca y se apoye en ella para su recuperación. Esta exigencia viene apoyada por el impulsor de los proyectos el Gobierno vasco, a través del Ente Vasco de Energía (EVE), que depende de Industria.Babcock & Wilcox participa en los consorcios de la mano del otro fabricante vasco de bienes de equipo, Mecánica de la Peña. Esta última empresa se encuentra actualmente en suspensión de pagos y baraja como principal solución a sus problemas una reordenación del sector asociada a la privatización de Babcock & Wilcox.

Cambio de panorama

Las instituciones vascas y las empresas esperaban que la privatización estuviese a estas alturas ya cerrada y se hubiera decantado por la empresa estadounidense McDermott, a la que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), dependiente del Ministerio de Industria, había dado la exclusividad en la privatización. De hecho, en las últimas semanas McDermott y la SEPI habían estado negociando los flecos de su acuerdo de compraventa. Sin embargo, el panorama cambia radicalmente con la entrada en la puja de la empresa alemana Babcock Borsing (antes Steinmüller), readmitida por la SEPI en el proceso de privatización después de haber sido descartada en octubre pasado.

El nuevo panorama se complica esencialmente por dos motivos: el retraso de la adjudicación y que los consorcios están ya cerrados. Las novedades en la privatización dilatan aún más un proceso que ya lleva abierto más de cuatro años y deja a los responsable de los dos proyectos energéticos con escaso margen de maniobra.

La planta regasificadora y la central de energía eléctrica a gas de ciclo combinado cuentan ya con seis consorcios cerrados después de que se produjeran los primeros descartes. Al proyecto de Bahía Bizkaia Gas acuden agrupados B &W, Mecánica de la Peña, Idom, Abengoa y Delta Hudson, filial de McDermott. En el proyecto de Bahía de Bizkaia Electricidad están presentes los mismos, pero sin Delta Hudson.

Esta composición deja escaso margen a los adjudicadores. Si McDermott no se lleva la privatización es difícil que se pueda arreglar con B & W, que estaría en manos de Babcock Borsing, su competidor directo. Además, el futuro de Mecánica de la Peña pasa por esta privatización, ya que McDermott cuenta con una opción de compra sobre esta compañía, que en principio ejecutaría si logra hacerse con la empresa pública vasca de bienes de equipo.

Así las cosas, si las diferencias institucionales entre las administraciones central y autónoma no se resuelven y la privatización no se culmina a favor del candidato del PNV y del Gobierno vasco, McDermott, el puzzle empresarial planeado para sacar al sector de bienes de equipo del atolladero se vendría abajo.