Los endocrinólogos piden a Salud que promueva el uso de sal yodada

El Plan Andaluz de Salud no ha recogido los consejos de la Sociedad Española de Endocrinología, que en su último congreso instó a la Consejería a adoptar medidas para prevenir las consecuencias de la falta de yodo. Los expertos admiten que la situación no es alarmante, pero lamentan que la Administración sanitaria no haya acometido ninguna campaña para afrontar un problema que tiene una solución muy simple: concienciar a la población para que consuma sal yodada. Un estudio realizado por el servicio de endocrinología del hospital Carlos Haya entre 750 niños de la comarca malagueña de la Axarquía ha revelado que el 40% padecía bocio incipiente, enfermedad provocada por la escasa ingesta de yodo. El trabajo ha demostrado, además, que cuanto menor es el consumo de esta sustancia, la capacidad auditiva es más baja; consecuencia que a su vez se traduce en mayores dificultades para el aprendizaje. Otras investigaciones realizadas entre habitantes de la comarca del Guadalhorce y en la capital también han reflejado un déficit de este mineral.

"No se trata de alarmar a la población, ni es un fallo del sistema andaluz de salud, simplemente existen deficiencias de yodo que hay que corregir. Nosotros estamos para advertirlo y la administración para recoger nuestras recomendaciones y adoptar medidas de prevención", comentó Pedro Benito, presidente de la Sociedad Andaluza de Econdrinología (SAEN).

El año pasado la Dirección General de Salud Pública de la Junta remitió cartas a los distritos sanitarios con los consejos de los endocrinólogos.