Orden de captura para más de 400 estudiantes de la Universidad Autónoma de México
El zafarrancho registrado el martes en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) continuó ayer con 430 nuevas órdenes de aprehensión contra otros tantos huelguistas, la amenaza de nuevas movilizaciones para forzar la liberación de 170 estudiantes aún en comisaría y una gresca paralela entre los principales partidos mexicanos. "Vamos a continuar la lucha. ¡Aquí nadie se raja!", advirtió Mario Benítez, líder universitario. El conflicto que mantiene cerrado el principal campus de América Latina, lejos de entrar en vías de solución, se agrava.
El gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), favorito en las presidenciales del próximo 2 de julio, y los opositores Partido de la Revolución Democrática (PRD), centroizquierda, y Partido de Acción Nacional (PAN), a la greña, protagonizan uno de los más duros intercambios de golpes desde el comienzo de la huelga. Ninguno admite responsabilidades en el peligroso curso adquirido por una crisis que ha significado, hasta ahora, la pérdida de dos semestres lectivos, la paralización de numerosas investigaciones científicas, la deserción de muchos estudiantes y cuantiosas pérdidas económicas.El Gobierno del Distrito Federal (PRD) incumplió con su obligación de restablecer el orden y hacer cumplir la ley, denunció Dulce María Sauri, presidenta del PRI. "Su actuación irresponsable puso en riesgo la vida y la integridad de jóvenes universitarios". Respondió Amalia García, su contraparte en el PRD: "Es un conflicto provocado por las medidas liberalizadoras del Gobierno de Ernesto Zedillo y de su evidente incapacidad para resolver los problemas que ellos mismos han provocado. Diez meses de huelga en la UNAM y seis años de guerra en Chiapas son apenas dos botones de muestra".
Terció también el candidato a la presidencia por el PAN, Vicente Fox, para quien lanzar a los estudiantes a recuperar las instalaciones ocupadas por los huelguistas es jugar con fuego. "No debe utilizarse la fuerza pública o la violencia". La mitad de las aproximadamente 30 personas heridas durante los choques fueron dadas de alta, pero permanecen ingresadas una docena con heridas graves. La mayoría de los mexicanos, según los sondeos de opinión, desearía una solución a la fuerza.
La oposición mexicana atribuye el deterioro de la UNAM al abandono gubernamental de los últimos 20 años en materia educativa, a la escasez de proyectos e instituciones capaces de atender la demanda de estudios superiores, y a una caída del 78% en los salarios del profesorado. "El presupuesto (anual) designado a la universidad es de mil millones de dólares, y a 35.000 millones de dólares el del salvamento bancario (fondos para la crisis financiera de final de 1994) a través del Fobaproa (Fondo Bancario de Protección al Ahorro)", denunció Porfirio Muñoz Ledo, disidente del PRD y candidato por el residual Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PRD).
El Consejo General de Huelga (CGH) endureció su postura y advirtió que si la policía expulsa a su gente de las facultades y viola la autonomía del campus universitario "vamos a organizarnos desde el exilio". Según los jefes de la protesta, impermeables a otros argumentos que no sean los suyos, el presidente Zedillo y el rector, Juan Ramón de la Fuente, decidieron, el martes, dar el primer paso para resolver el conflicto por la vía rápida "mediante el desalojo violento a cargo de la policía paramilitar con el apoyo de los granaderos y cárcel para los huelguistas". En opinión de los huelguistas, "están midiendo la respuesta de la población y de los universitarios para tomar la decisión final".
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