La UPV premia el empeño musical de Lertxundi, Laboa y los Artze
La música entró ayer de lleno en la Universidad del País Vasco (UPV) y reivindicó su propio espacio. Mikel Laboa, Benito Lertxundi y los hermanos Joxean y Jexux Artze recibieron la Medalla de Oro de esta institución, que reconoce por primera vez la labor de quienes han puesto todo su empeño en reivindicar el valor de lo propio a través de la música. Los cuatro cantantes vascos, referentes indudables cuando se habla de entroncar tradición y experimentación, pertenecieron el histórico grupo Ez Dok Amairu. El rector de la UPV, Pello Salaburu, les definió como "exponentes de toda una sociedad, de una cultura y un pueblo". El acto reunió a numerosas personalidades de la política, la cultura y la sociedad vasca. Era toda una ocasión para asistir a la cosecha de un reconocimiento que estos músicos sembraron en los 60, cuando ni existía la UPV, ni el euskera gozaba de demasiadas simpatías.
En este contexto, Lertxundi, Laboa y los Artze impulsaron un movimiento que, en palabras de esta institución, "supuso un punto de inflexión en la música tradicional vasca". Actualizaron y extendieron sus horizontes y sorprendieron con puestas en escena en las que la poesía, el teatro y la danza se alzaban también como protagonistas. Y allí se reunieron para agradecérselo, dos ex lehendakaris, Carlos Garaikoetxea y José Antonio Ardanza; la consejera de Cultura, Mari Carmen Garmendia; el diputado general de Guipúzcoa, Román Sudupe, y el de Cultura, Luis Bandrés entre otros.
Experimentación
El discurso inaugural corrió a a cargo del escritor Anjel Lertxundi: "Siempre he tenido envidia", dijo, "de la naturalidad que habéis mostrado en la fusión de la tradición y experimentación". Éste ha sido uno de sus baluartes, que ha llevado incluso a Lertxundi y Laboa a hacer incursiones en lo sinfónico junto a la Orquesta de Euskadi. Siempre desde la sencillez y sin ningún afán de protagonismo. Lo volvieron a demostrar ayer en sus discursos.
Lertxundi repasó su biografía y se extendió en agradecimientos, igual que Laboa. El donostiarra, quien popularizó canciones como Haika mutil o Txoriak-txori, expresó su satisfacción, como mejor sabe; cantando un poema de Xabier Lete. También recurrió a la poesía Joxean Artze, que junto a su hermano Jexux ha desarrollado una importante labor para conservar y popularizar la txalaparta. En un momento de su intervención aseguró: "No podemos llegar a ninguna verdad si no nos conocemos a nosotros mismos".
Artze no habló por hablar, predicó con el ejemplo de toda una trayectoria que también halagó el consejero de Educación, Inaxio Oliveri. "Les debemos", destacó, "una especie de Renacimiento. A pesar de que había mucho por hacer nos enseñasteis que teníamos un patrimonio, que los sueños son más bonitos cuando tienen raíces de verdad".
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