La oposición parlamentaria y la Unió de Llauradors acusan a Agricultura de apostar por el latifundismo

Superada la sorpresa inicial, y con la prudencia que supone el no tener ningún documento físico sobre la futura ley contra el minifundismo, los grupos de la oposición parlamentaria y la Unió de Llauradors se cogieron ayer a uno de los datos que dio María Ángeles Ramón-Llin sobre la futura normativa: la preferencia en las ayudas para parcelas superiores a 20 hectáreas. Esta magnitud hizo coincidir al Grupo Socialista y al de Esquerra Unida, además de a la Unió, para asegurar que la ley tiene un claro tinte latifundista, ya que parcelas de 20 hectáreas -que corresponden a unas 240 hanegadas, cuando la parcela media en el regadío valenciano no llega a las 10 hanegadas- sólo las poseen o grandes empresas o, directamente, terratenientes.El secretario general de la Unió de Llauradors, Lucio Monteagudo, acusó a Ramón-Llin de pretender una "agricultura sin agricultores". "Es imposible, con la situación del campo valenciano actual, que en el regadío un agricultor profesional alcance una parcela de cultivo de estas dimensiones, con lo que nos da la impresión que las ayudas que se pueden dar por esta vía tendrán a los grandes propietarios y no a los agricultores, como beneficiarios", señaló Monteagudo, que apuntó que cuando Agricultura habla de dimensiones de 20 hectáreas está hablando de un modelo latifundista de agricultura. El dirigente de la Unió manifestó que cualquier iniciativa en contra del minifundismo es positiva, más cuando esta organización ha reclamado en repetidas ocasiones medidas contra este problema, sin embargo, añadió que éstas deben llevar aparejadas un modelo claro de agricultura para la Comunidad Valenciana.

Por su parte, el portavoz de Agricultura del Grupo Socialista de las Cortes Valencianas, Antoni Lozano, destacó que Ramón-Llin ha tardado cuatro años en atender las peticiones socialistas de tomar medidas para conseguir la concentración parcelaria. Lozano mostró la extrañeza del discurso actual de la consejera cuando a lo largo de su mandato no ha realizado ninguna acción en el sentido de luchar contra el minifundismo y la profesionalización del sector. "De hecho, cuando el PP llegó al poder, la agricultura a tiempo parcial era del 75% y en la actualidad lo es del 90%", dijo el diputado socialista. Lozano manifestó que el anuncio de la ley no puede borrar la gestión realizada hasta ahora por Ramón-Llin "que ha servido para potenciar el minifundismo y que desechó las medidas que José María Coll había puesto en marcha", y añadió que la dimensión de 20 hectáreas, como mínimo para acceder a subvenciones, beneficiará a los grandes propietarios, los únicos que podrán acceder a esas ayudas.

Desde el grupo de Esquerra Unida, Dolors Pérez calificó de "sospechosamente electoral" el cambio de actitud de la consejera, que hasta hace sólo unos meses "consideraba el minifundismo como la forma natural de la agricultura en el País Valenciano". Pérez insistió también en las polémicas 20 hectáreas: "Con estas premisas se va a potenciar la adquisición de parcelas a los grandes propietarios, no al agricultor profesional".

El único respiro para la consejera le llegó desde la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA). Cristobal Aguado, presidente de AVA, señaló que la cantidad de 20 hectáreas "es hasta pequeña" si se habla de gestión en común en una cooperativa, una de las opciones que contempla la ley que anunció la consejera. Aguado destacó un hecho novedoso en la filosofía de la organización: la necesidad de apostar por la profesionalización del sector, ante la imposibilidad de supervivencia de la agricultura a tiempo parcial. El vicepresidente de AVA, Celestino Recatalá, apuntó la necesidad de trabajar para cambiar la mentalidad de los agricultores, tradicionalmente reacios a la concentración parcelaria.

El sector cooperativo, agrupado en Uteco-Valencia, valoró positivamente la ley, e instó al Consell a aprovechar la oportunidad que supone ser Objetivo 1 de la UE para destinar fondos a erradicar el mayor problema de la agricultura valenciana.