Portugal quiere que durante su presidencia la UE siente las bases para alcanzar tecnológicamente a EEUU
Durante la próxima cumbre especial de Lisboa sobre el empleo y las reformas económicas, el primer ministro portugués, el socialista António Guterres, propondrá como objetivo estratégico para los próximos diez años que Europa recupere su atraso económico mediante el impulso "dinámico y competitivo" de las nuevas tecnologías, "para elevar los niveles de crecimiento, con más y mejores empleos, y un aumento de la cohesión social". A su juicio, la financiación del proyecto sólo necesitará de los presupuestos nacionales y la coordinación de los 15 Gobiernos para provocar la inmediata respuesta de los mercados.El mandatario portugués, como actual presidente de la Unión Europea durante el primer semestre del 2000, reconoce que "la economía de la innovación y el conocimiento está convirtiéndose en la principal fuente de riqueza de las naciones, regiones, empresas e individuos" y "Europa mantiene en este sector atrasos significativos, para lo cual debe definir una plataforma más competitiva, combatiendo también los nuevos riesgos de exclusión social".
Durante la presentación del documento, que será debatido en la cumbre extraordinaria de Lisboa el 23 y 24 de marzo próximo, António Guterres explicó que "Europa debe aprovechar la buena coyuntura económica que atraviesa para emprender reformas y cambios que impulsen dinámicas de crecimiento sostenido y una mejor tasa de empleo".
El primer ministro portugués considera que la cumbre de Lisboa debe marcar el inicio de un proceso, ya estudiado en Luxemburgo, Cardiff y Colonia, que permita el relanzamiento de la economía europea, en un período de diez años, para hacer frente a la hegemonía norteamericana sin perder por el camino el modelo del bienestar social.
Guterres sostiene que la moneda europea, las buenas perspectivas de crecimiento de las economías europeas y las exigencias que requieren la globalización y las nuevas tecnologías tienen que forzar la nueva estrategia de la UE. Para ello, la presidencia portuguesa propondrá un serio impulso del desarrollo de las nuevas tecnologías, su aplicación inmediata al entramado empresarial, el refuerzo de las redes de telecomunicaciones, la expansión del comercio electrónico (muy atrasado con respecto a Estados Unidos), la conexión de todas las escuelas a Internet o el apoyo de los Estados, del Banco Europeo de Inversiones y de los propios mercados financieros a las empresas innovadoras.
En este sentido, las cifras son suficientemente significativas. El 50% de los hogares norteamericanos están conectados a Internet, frente al 12% de las familias europeas, mientras el comercio electrónico en la UE aumentó sustancialmente hasta alcanzar el año pasado los 18.000 millones de dólares (unos 2,8 billones de pesetas), pero sin llegar a la tercera parte de los rendimientos alcanzados en EE UU.
Por ese motivo, António Guterres considera que la UE debe establecer objetivos prioritarios en la educación y formación de los jóvenes, el desarrollo científico y la reforma de los mercados de trabajo.
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