Prolongar la vida del fruto para aumentar las ventas

La Universidad de Málaga coordina un proyecto en el que participan nueve grupos de toda Europa, que pretende prolongar la vida de la fresa una vez cortada. La investigación ya ha dado resultados: una fresa transgénica, aún en fase experimental, pero que puede ser la solución a los límites de comercialización derivados de su rápido reblandecimiento. Al fruto se le ha introducido un gen propio, pero en sentido inverso, que actúa como contraorden genética y retrasa su maduración.

Por otro lado, la Universidad de Huelva y Tioxide Europe, empresa del Polo Químico, desarrollarán en los próximos meses un proyecto de investigación para conocer los efectos de determinados soportes orgánicos, enriquecidos con sulfato metálico, sobre la fresa. El estudio, que supone una inversión de 12 millones, pretende determinar los resultados de la aplicación de este sulfato como corrector de las carencias férricas en los suelos agrícolas. "La solución pasa actualmente por el uso de los quelatos de hierro, pero el principal escollo es su alto precio que encarece los tratamientos", explicó el coordinador del proyecto, el profesor Diego Luis de Orihuela.

Por ello, añadió, "se quiere aplicar el sulfato metálico a otros soportes como orujos de aceituna, de vinificación y estiércoles, entre otros". La investigación permitirá estudiar el comportamiento de estos productos en los suelos y su acción sobre el cultivo y determinar los efectos sobre la producción, la calidad, precocidad o tamaño del fruto. Los investigadores llevarán a cabo el estudio a partir de experiencias diferentes para el desarrollo de un diseño experimental en macetas y en campo.