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De lo nuclear a lo químico

Miguel González

El informe del Cesid pasa revista a la situación de los siguientes programas libios de armas de destrucción masiva: - Nuclear. Tiene un centro de investigación nuclear en Tajoura, a 30 kilómetros de Trípoli, construido por empresas soviéticas a principios de los setenta, con un reactor de investigación de 10 megavatios de potencia. "No es previsible que Libia pueda afrontar en solitario, al menos en los próximos diez años, un proyecto nuclear de carácter militar", aunque probablemente continuará intentando reclutar técnicos ex soviéticos y buscando la cooperación de países con armas nucleares como Pakistán.

- Biológico. "Aunque no hay evidencias concretas de que Libia tenga en marcha un programa de armamento biológico, se considera que tal programa podría haberse puesto en marcha hacia 1984", señala el informe. Entre otros organismos, la Universidad Al Fatah, con sede en Trípoli y Sebha, tiene laboratorios adecuados para desarrollar agentes biológicos, aunque no parece probable que pueda hacerlo en cantidades significativas. En 1998 se descubrió la presencia en Libia de científicos iraquíes cuya actividad se relacionó con la investigación biológica.

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- Químico. La producción de agresivos químicos en la planta Pharma 150, cerca de Rabta, cesó en los noventa tras un incendio. Dos nuevos proyectos, denominados Pharma 200 y Pharma 300, junto a las localidades de Brak y Ras Fam Mullagah, se abandonaron. El programa químico está parado, pero podría reanudarse en cualquier momento.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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