El Gobierno británico pone fin a la discriminación contra los homosexuales en las Fuerzas Armadas
El Reino Unido, obedeciendo a un dictamen del Tribunal Europeo de Derechos Humanos emitido en septiembre, puso ayer formalmente punto final a la política de discriminación de homosexuales en las Fuerzas Armadas. La decisión significa un triunfo para los cuatro precursores que, para reivindicar la participación de ese colectivo en el ejército, llevaron su caso ante la justicia comunitaria tras su despido por razones sexuales."A partir de hoy, la homosexualidad ya no será un impedimento para servir en las Fuerzas Armadas", declaró el secretario de Defensa, Geoff Hoon, ante el Parlamento. Hoon explicó que no era necesario introducir nueva legislación. Basta, dijo, con un nuevo código de conducta que regule esas relaciones, sean heterosexuales u homosexuales.
Ha sido el paso final de un largo debate jurídico con el que el Gobierno laborista de Tony Blair había prometido dar igualdad de oportunidades en las Fuerzas Armadas, un marco que ignora "las preferencias sexuales de cada marinero, soldado o aviador".
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos emitió el año pasado una sentencia en favor de cuatro militares británicos homosexuales dados de baja por sus inclinaciones sexuales. Ello abrió una controversia en el Reino Unido, último país europeo con férrea discriminacion contra los homosexuales en uniforme. El Gobierno laborista pone el acento en la eficacia militar y no en las preferencias sexuales de los soldados. Tras la condena del tribunal comunitario por la expulsión de los cuatro militares entre 1993 y 1995, Londres ha buscado una forma de admitir a los homosexuales sin provocar la furia de la jerarquía militar, tradicionalmente contraria a su admisión, aunque jamás fue un secreto la existencia de tales prácticas sexuales en las Fuerzas Armadas.
El nuevo código de conducta dejará claro que, sólo si un soldado, heterosexual u homosexual, mantiene relaciones inapropiadas con otros camaradas de armas en horas de servicio, puede ser llamado al orden e incluso dado de baja.
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