Seis autores reflejan en "La cruzada de los niños de la calle" uno de los dramas de Latinoamérica

La cruzada de los niños de la calle, espectáculo que se estrena mañana en el teatro María Guerrero, sede del Centro Dramático Nacional, ha sido calificado como uno de los más bellos e insólitos proyectos escénicos que se han llevado a cabo en colaboración con profesionales de varios países hispanoamericanos. Los textos de seis autores: Claudia Barrionuevo, de Costa Rica; Dolores Espinoza, de México; Christiane Jatahy, de Brasil; Víctor Viviescas, de Colombia; Arístides Vargas, de Ecuador, e Iván Nogales, de Bolivia, han sido puestos en pie por el director Aderbal Freire-Filho, conocido hombre de escena brasileño, poseedor, entre otros premios internacionales, de un Molière.Para empezar, todos los autores tomaron como referencia para su texto una metáfora que a partir de una de las realidades más terribles de la sociedad contemporánea les lanzó el autor valenciano José Sanchis Sinisterra, que en esta ocasión ejerce funciones de coordinador dramatúrgico. La idea inicial parte de un hecho histórico, que vivió un grupo de niños que en 1212 inició una cruzada hacia Tierra Santa. Este episodio sirve como referencia a la atroz situación actual, la que viven los niños de la calle, que pululan no sólo por las ciudades brasileñas, sino por otras muchas urbes de los países que colaboran en este proyecto.

La realización de esta obra es un sueño utópico surgido de alguien, como Sanchis Sinisterra, amarrado fuertemente a la realidad de la escena contemporánea, con una mirada abierta y sin fronteras lanzada especialmente hacia el teatro que generan los nuevos creadores latinoamericanos, con los que ha trabajado en numerosas ocasiones.

Proceso

Por sus peculiares características, este proyecto se ha llevado a cabo en diferentes fases desde 1998. "El proceso de elaboración ha sido de una gran complejidad que, al final, ha sido traducida en sustancia escénica", comentó Sanchis Sinisterra, que destacó ayer que el proyecto ha sido depositado en manos de José Manuel Garrido (de Artibus, que coproduce la obra) y Aderbal Freire.

Todo el equipo ha sido minuciosamente seleccionado. Como escenógrafo se eligió al portugués José Manuel Castanheira, que tras la exposición que le concedió el Centro Georges Pompidou, de París, ha trabajado varias veces en España; como figurinista, a la británica y oscarizada Yvonne Blake, y como diseñador de sonido, al compositor español José Nieto. Los diez actores del espectáculo provienen de diversos países hispanoamericanos.

Algo que ha preocupado especialmente a los creadores del montaje, que tras su estreno en Madrid visitará diversas ciudades europeas y americanas, ha sido no caer en el sentimentalismo y dramatismo hacia el que puede empujar el tema de la obra, centrado en las situaciones que padece la población infantil de numerosos países.