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Hasta en los paños de cocina

"Vasarely tuvo una difusión enorme; yo tenía unos paños de cocina diseñados por él", declaró ayer el pintor Gustavo Torner, que ha intervenido en el montaje de la exposición. Torner se desmarca de los artistas españoles que se suelen señalar como influidos por el arte cinético de Vasarely, como Sempere, Palazuelo y los constructivistas. "No me considero constructivista. Uso la geometría como metáfora de la razón". Destaca del artista la gran capacidad de "permutación" de formas y colores, como "un ejercicio mental", y le interesa el periodo Blanco-Negro, entre 1954 y 1960. Las otras etapas se identifican por los lugares que conoció en Francia, como Belle-isle, Gordes y Denfert. El arte abstracto geométrico y el cinético inundó las galerías y las calles de juegos complejos de movimiento y percepción para incorporar "el fenómeno plástico en la vida cotidiana".El arte óptico (op-art) llegó al diseño gráfico, a la decoración de interiores, la moda, los escenarios de televisión y a numerosos objetos. La obra alcanza mayor repercusión con la apertura de tres fundaciones dedicadas a estos juegos de la forma y el fondo, hasta caer en el olvido en las últimas décadas. Werner Spies reconoce en el texto del catálogo que hay "mucha calma" sobre el pintor. "Hoy día casi nadie es capaz de hacerse siquiera una idea de la gloria, del convulsivo efecto y la presencia omnipotente que tuvo este distinguido y fecundo artista".

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Una exposición descubre las raíces de Vasarely antes de sus formas geométricas

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