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Las casas de los arquitectos se vuelven manifiestos de ideas

Las viviendas personales son laboratorios, según un ensayo de Blanca Lleó

Los arquitectos Adolf Loos y Le Corbusier fueron admiradores de la bailarina Joséphine Baker, a la que consideraban la encarnación femenina de un nuevo estilo de vida. La arquitecta Blanca Lleó (Madrid, 1958) publica en su ensayo Sueño de habitar el proyecto de Loos para la casa de la estrella, donde aparecen algunos rasgos del movimiento moderno. El libro identifica las casas como manifiestos y laboratorios de ideas de sus autores.

El estudio de Blanca Lleó, publicado por la Fundación Caja de Arquitectos y presentado recientemente en Madrid, forma parte de la colección Arquíthesis, con las tesis doctorales premiadas en un concurso. La de Lleó -ha restaurado el alcázar y el convento de las Sofías de Toro (Zamora) y ha construido el centro penitenciario de Jaén, el faro de Nules (Castellón) y el Ayuntamiento de Lorca, entre otros proyectos- fue dirigida en la escuela de Madrid por Francisco J. Sáenz de Oíza, siendo tutor Manuel de las Casas.La tesis, según su autora, intenta demostrar que el proyecto moderno está inacabado, al sufrir transformaciones a lo largo del siglo XX. "El ensayo sigue la transformación del proyecto moderno a través de las casas, el proyecto más personal de los arquitectos, un laboratorio de ideas que se convierte en manifiesto y autorretrato".

Blanca Lleó opina que a pesar de la crisis del movimiento moderno y las aportaciones de la posmodernidad, con los ingredientes de la historia y la memoria, el proyecto moderno sigue vivo, a pesar de las sentencias de "vía cerrada e inoperante" de los propios profesionales". "El proyecto moderno no es un estilo, es una filosofía en la que el sujeto está por encima de todo. Desde Mies van der Rohe y Le Corbusier es una apuesta por la libertad individual, por las condiciones dignas de vida y accesibles a todos. Los arquitectos de principios de siglo trabajaban con la tradición y con el entorno cultural, incorporando lo nuevo a cada momento".

Espacio doméstico

La casa o la vivienda unifamilar es el "medidor hipersensible" donde se pueden ver los cambios existenciales y la transformación del proyecto moderno, según Blanca Lleó, por encima de otros proyectos de museos, hospitales y otros edificios públicos. En el libro se analizan experiencias sobre el espacio doméstico moderno en exposiciones y en la obra de Mies y de Le Corbusier y cinco casas planteadas como testamentos a lo largo del siglo: las de Frank Lloyd Wright, Erik Gunnar Asplund, Alvar Aalto, Jorn Utzon (en Mallorca) y Patrick Shiel, además de la revisión crítica de la casa suburbial de los años setenta que realizan los arquitectos Matta-Clark y Venturi. Según Blanca Lleó, en estas casas se hace una arquitectura muy viva, autobiográfica, es un espacio receptor y transmisor de todos los cambios y sensibilidades, "donde afloran los sueños no realizados y el testamento de lo que queda". En estos casos son importantes las relaciones con el cliente, y suelen ser los primeros proyectos que se realizan y, en muchas ocasiones, los últimos, como la cabaña de 16 metros cuadrados que se construyó Le Corbusier en la costa Azul.

La autora de Sueño de habitar no recoge en su estudio ejemplos de arquitectos españoles. "La incorporación de España a la modernidad es tardía y nunca hemos sido punta de lanza del proyecto moderno. Oíza, Sota, Coderch, se incorporan a la modernidad a finales de los años cuarenta. Creo que se sigue confiando en el proyecto moderno".

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