El pegajoso secreto de los mejillones
La capacidad de algunos moluscos, como la lapa, la ostra o el mejillón, para aferrarse a la roca, es una de sus características mejor conocidas, origen incluso de frases hechas comunes como pegarse como una lapa. Hace tiempo que se conocen las sustancias que producen este efecto, que en el caso del mejillón es una resina epóxica similar a la utilizada en los adhesivos artificiales. Sus propiedades, sin embargo, superan a la de los pegamentos más habituales del mercado, tanto por su fortaleza como por su resistencia al agua, una propiedad que no ha pasado inadvertida para el Ejército estadounidense, interesado en el desarrollo de nuevos adhesivos que no se deterioren por el contacto con el agua.La simple recolección del pegamento del mejillón de forma natural, ya intentada, resulta extremadamente costosa, ya que se requieren unos 10.000 animales para aislar un gramo de la sustancia y ello mediante un complejo y costoso sistema de separación. Por ello, el Departamento de Energía (DOE) de EE UU ha puesto a trabajar a los biólogos moleculares del Idaho National Engineering and Environmental Laboratory (INEEL) en la búsqueda de los genes que intervienen en la producción de dicha sustancia para su reproducción mediante ingeniería genética, lo que permitirá una producción abundante y económica de la misma.
En colaboración con científicos de la Universidad de California, en Santa Bárbara, han identificado el mecanismo de producción natural. Sumergidos en el agua y situados en las zonas de las rocas más batidas por el mar, los mejillones producen una fibra con la sustancia viscosa adhesiva, segregada por unas vesículas situadas en los "pies" del animal y compuesta por cinco proteínas. Los genes productores de estas cinco proteínas, y quizá alguno más encargado de coordinar su producción, son el objeto de la búsqueda actual. Una vez hallados será sencillo transferirlos a una bacteria para su producción.
Interés añadido
La investigación tiene un interés añadido para la industria naval, ya que una vez conocidas las características de la sustancia adhesiva se podrá desarrollar un sistema de repulsión de la misma para cubrir los cascos de los barcos y evitar que acaben siendo el aposento de estos moluscos, lo que produce daños al barco y limita su operatividad.
Según Frank Roberto, biólogo molecular del INEEL, las aplicaciones del superpegamento que intentan desarrollar serán muy amplias, incluyendo la carpintería, la industria de la construcción y hasta la industria dental, que busca un adhesivo más eficaz para dentaduras postizas y emplastes. De ahí que compañías especializadas en el desarrollo y producción de pegamentos, como 3M, estén investigando también la forma de reproducir este adhesivo natural que permanece intacto en condiciones de alta humedad y que no requiere altas temperaturas para su utilización como otros pegamentos semejantes ya existentes.
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