Nueve meses de investigación judicial que han puesto patas arriba toda la administración fiscal catalana

Desde que en la primavera pasada aparecieron las primeras revelaciones sobre presuntas corruptelas en la inspección de Hacienda de Cataluña la investigación judicial no ha dejado de ampliarse y abarcar nuevas áreas. De momento, son tres los responsables con cuentas en Suiza: el ex jefe de la inspección regional, José María Huguet; el ex director general de Hacienda y ex delegado especial en Cataluña, Ernesto de Aguiar, y José Lucas. Los dos primeros abrieron juntos en el mismo banco y en las mismas fechas sus cuentas en Suiza. También recibieron la mayor parte de sus ingresos duplicados. Lucas, jefe de unidad regional de inspección aún en activo, militante del PP y candidato a jefe regional de inspección por parte de un sector de este partido en Cataluña, tiene cuentas en Suiza con ingresos multimillonarios supuestamente ordenados por sociedades del abogado barcelonés Juan José Folchi.Además, un inspector jefe adjunto a Huguet, Roger Bergua, y un inspector más, Manuel Abella, también están siendo investigados por la Fiscalía Anticorrupción y el juzgado número 33 de Barcelona. Todos ellos, aparentemente involucrados en una trama, fueron inculpados, menos Lucas, por la juez de la Audiencia Nacional que investiga el caso Torras, Teresa Palacios. Además, Hacienda denunció a otro jefe de unidad regional, Álvaro Pernas, por un presunto delito de extorsión a tres empresas a las que supuestamente pidió dinero a cambio de inspecciones favorables.

La investigación ha puesto ya de manifiesto que el ex juez Luis Pascual Estevill, condenado por prevaricación y fraude fiscal y pendiente de juicio por presuntos delitos de extorsión, pudo recibir trato de favor de la inspección al paralizar una investigación en 1991 cuando se descurbrió que era titular de cesiones de crédito. También han aflorado vinculaciones directas de Bergua, Abella y Lucas con el constructor barcelonés y presidente del Fútbol Club Barcelona, Josep Lluís Núñez.

En el caso de Lucas, una sociedad controlada por él y su esposa, LML, es propietaria de una decena de inmuebles comprados a Núñez a precios por debajo de mercado. LML también ha facturado cerca de 100 millones de pesetas en varios años al grupo de sociedades del promotor inmobiliario. La investigación del SAI también ha sacado a la luz que la mayoría de las inspecciones fiscales a las empresas de Núñez se realizaron en tiempo récord y se saldaron con importes simbólicos.