Elián, con su padre
Frente a la tensión y manipulación política del caso del niño cubano Elián González, Eliancito, al fin ha predominado la sensatez y el respeto a la legalidad. Los Servicios de Inmigración de Estados Unidos (SIN) han decidido reconocer el derecho exclusivo del padre a la custodia de este niño de seis años de edad, que, tras la tragedia de perder a su madre en su intento de huir a Estados Unidos, ha sido objeto de un intolerable juego entre Washington-Miami y La Habana.Eliancito llegó a Miami tras ser rescatado del naufragio de una balsa, en el que fallecieron su madre, divorciada de su padre, y otros pasajeros que intentaban huir de Cuba y llegar a las costas de Florida. El padre, Juan Miguel González, que mantenía estrechas relaciones con su hijo en Cuba, reclamó entonces el regreso del hijo al domicilio paterno en medio de una estruendosa politización del caso.
De pronto el destino del niño devino en cuestión de Estado y no faltaron los fanáticos que pusieron en duda el derecho del padre a reclamar la custodia de su hijo. La desmesurada intervención pública de Fidel Castro no hizo sino atizar a los más extremistas del exilio cubano en Miami, que a toda costa trataban de impedir el retorno de Elián a la isla. Las autoridades norteamericanas han mantenido durante varias semanas una ambigüedad criticable, que finalmente se corrigió ayer, cuando el SIN reconoció públicamente que el padre es "la única persona que tiene el derecho de hablar por el menor".
Quedan por determinar las modalidades que llevarán, antes del 14 de enero, a Elián junto a su padre, o a éste junto a su hijo, pues el SIN no quiere encargarse de acompañar al menor a La Habana. Tendrá que viajar su padre a Miami para recogerlo, o los familiares habrán de llevar a Elián a Cuba. Lo que puede indicar que los escarceos con el niño de por medio no han terminado. Algunos de los que no quieren permitir que Elián vuelva a Cuba, se proponen lograrlo intentando recurrir la decisión del SIN ante la justicia estadounidense o por medio de manifestaciones y agitación callejera en Miami. Tras la decisión del SIN, lo razonable es dejar a Elián en paz. Con su padre.
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