¿Por qué se eligió un páramo junto al río para hacer el aeropuerto?
En 1928 se planteó que la red de transportes aéreos de Madrid debía ser ampliada. Los técnicos vieron la necesidad de construir un nuevo aeropuerto que sustituyera a los de Getafe y Carabanchel."De los terrenos ofertados", explica una guía editada por Fomento, "se seleccionó un páramo yermo, de unas 500 fanegas, junto al municipio de Barajas, por su buena comunicación con la capital a través de la carretera de Francia [hoy de Barcelona] y la total ausencia de obstáculos y zonas habitadas a su alrededor". Nadie creyó importante que dicha parcela estuviese junto al río Jarama, que podía atraer las brumas y las nieblas. El diseño del aeropuerto fue obra del arquitecto Luis Gutiérrez Soto y del ingeniero marqués de los Álamos.
El jefe del área de Planificación del Ministerio de Fomento, Francisco González Castellano, asegura que la proximidad del río no es tan problemática como algunos dicen. "No hay ningún estudio serio que demuestre que los ríos atraen la niebla. El hecho de ser un espacio abierto con una plataforma tan llana ya es una característica suficiente que hace que se generen de manera especial la niebla y las brumas", explica González.
Inauguración en 1931
El nuevo aeropuerto de Barajas se abrió al tráfico aéreo el 22 de abril de 1931, pero no sería hasta finales de 1933 cuando la compañía Líneas Aéreas Postales Españolas (LAPE) inició sus operaciones comerciales en la nueva instalación con una línea a Barcelona. Al año y medio se sumó Air France, con el primer trayecto intercional Madrid-París, con escala en Burdeos. Después se añaden vuelos a Berlín y a Lisboa.
En el campo de vuelos, de terreno natural, un gran círculo blanco con el nombre de Madrid en su interior servía entonces como guía a los pilotos. El área de aterrizaje estaba formada por suelo compactado cubierto de hierba. El solitario terminal de pasajeros pronto se vio acompañado del edificio del Avión Club y varios hangares para resguardar a los escasos aviones que pernoctaban en él.
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