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"Es divertido diseñar operaciones financieras"

María Antonia Sánchez-Asiain, economista bilbaína, tiene buenas razones para celebrar el 2000. Entra en el nuevo milenio con una posición estelar como directora de gestión en la división de fusiones y adquisiciones del banco de inversión en el que trabaja en Londres, Salomon Smith Barney. Es la quinta mujer en Europa, dentro de un centenar de directores gerentes, que accede al título profesional más elevado que concede la entidad estadounidense conocida anteriormente como Salomon Brothers.María Antonia Sánchez-Asiain sonríe al recordar su reciente promoción. Con 38 años, 12 de ellos entregados a las operaciones internacionales de Salomon, ha conseguido con este aguinaldo especial una de sus viejas aspiraciones. El título de managing director (directora de gestión) realza sus reponsabilidades dentro del grupo europeo de fusiones y adquisiciones, y precede, en prestigio y tiempo, a la tradicional paga de beneficios, que se estima en billones de pesetas para el conjunto de empleados financieros de Londres.

"Había solicitado la promoción, así que, en cierta forma, ya la esperaba. Pero siempre hace mucha ilusión. Es difícil escalar posiciones y hay gente que no lo consigue a pesar de intentarlo", dice mientras merienda un par de sándwiches en un coqueto hotel de Londres. A corta distancia, junto a la estación de Victoria, se encuentran las oficinas de Salomon donde ingresó cuando preparaba la tesina del master en finanzas de la londinense City University. Tenía entonces 26 años y determinación y aplomo para sobresalir en un mundo dominado tradicionalmente por hombres.

"Cada vez hay más mujeres en finanzas, aunque todavía no tenemos el número deseado a niveles altos. No era la única mujer cuando entré en Salomon, y, con el paso del tiempo, noto que nuestra presencia aumenta. Quizá como las mujeres llegaron más tarde a las finanzas, empiezan ahora a acceder a posiciones de más reponsabilidad. Es posible que haya hoy más estudiantes femeninas que masculinos matriculados en Empresariales", defiende.

La experiencia ayuda a Sánchez-Asiain a demoler mitos y falsas percepciones sobre la profesión de economista. "No es fría ni competitiva", señala. "Es un trabajo duro, de muchas horas, que requiere paciencia y muchos sacrificios". Su nueva posición la coloca en la cúpula de los equipos, de unas cuatro o cinco personas, que diseñan grandes operaciones comerciales dentro y fuera de Europa.

Especializada en el mercado español, pero sin relajar la guardia respecto a otros escenarios internacionales, ha asesorado directamente en las privatizaciones de Tabacalera y Telefónica, en la expansión de Repsol, Benetton y, entre otras muchas compañías, del Grupo Potasas. "Trabajamos en equipo, en un ambiente bueno, y nunca me he sentido fuera de lugar. Mis compañeros son amigos y nunca he tropezado con un cliente español o extranjero al que le moleste que sea una mujer quien le asesora en una transacción financiera".

La tercera de cinco hermanos, dentro de una reconocida familia bilbaína de economistas -su padre es el presidente de la Fundación BBV-, fijó por propio deseo su residencia en Londres. "Es el centro financiero", advierte, "pero también es una ciudad muy tranquila, sin ruidos, y con una oferta en servicios y actividades culturales sin parangón". La ópera y el buceo destacan entre sus aficiones, que, por cuestiones laborales, no frecuenta o practica tanto como desea. "Nuestros horarios son duros, y en un día corriente suelo trabajar unas 12 horas. Tengo poco tiempo libre y hay que aprender a utilizarlo eficientemente. Hay que hacer sacrificios, no hay duda, pero tampoco pierdes nada concreto o esencial en la vida. Una carrera profesional no es incompatible con levantar una familia o tener hijos. Yo estoy soltera, pero ésta es una decisión personal que nada tiene que ver con el trabajo. Es cuestión de organizarse".

Vivir en Londres es, para Sánchez-Asiain, "algo anecdótico". Calcula que pasa en su casa de Chelsea una media de tres días y viaja al extranjero el resto de la semana. "Mi trabajo no consiste en estar encerrada frente al ordenador todo el día, sino en leer información especializada y analizar los mercados para preparar las operaciones que benefician al cliente. Requiere mucho contacto humano con el equipo del banco y los clientes. Es emocionante y divertido diseñar y negociar las condiciones de una operación, y aunque nunca hay dos iguales, las ofensivas tienden a ser más difíciles que las defensivas", describe.

Los frecuentes viajes a España le impiden perder contacto, tanto profesional como social, con su país de origen. "Me gusta Londres y me podría quedar aquí otros 14 años, pero echo en falta muchas cosas de España. Probablemente podría hacer mi trabajo en España, y quizá, en el futuro, decidamos trasladar allí nuestra base. De mudarme de Londres sólo iría a Madrid".

Hasta que la mudanza se haga realidad, Sánchez- Asiain pasará media vida viajando de capital a capital, porque, señala, "el correo electrónico es muy práctico, pero el sentarse seis personas en una sala para emprender una sesión de brainstorming (lluvia de ideas) antes de tomar una decisión tiene muchísimo valor".

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