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Nuevos mundos

Guillermo Altares

Siempre se ha pensado que los efectos especiales encarecían enormemente las películas y es cierto en lo referente a destruir ciudades, provocar grandes explosiones y hacer surgir volcanes en el centro de Los Ángeles. Pero si se hace desde un ordenador, los costes bajan de forma espectacular.Eso es lo que ocurrió con El episodio 1. La amenaza fantasma: aunque fue rodada en celuloide convencional, el 95% de su metraje fue creado digitalmente, esto es, por ordenador. George Lucas, un cineasta que nunca ha ocultado que uno de sus objetivos a la hora de hacer un filme es reducir costes, ha anunciado que las dos próximas entregas de la saga de La guerra de las galaxias serán rodadas íntegramente con cámaras digitales.

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¿Qué significa esto? Primero, al acabar con el celuloide se suprime uno de los factores que más encarece un rodaje y se abren nuevos caminos para la distribución y la exhibición (se terminó con las copias convencionales, que son carísimas, y se deterioran mucho).

El productor de la saga galáctica, Rick McCallum, explicó claramente qué significa esto de cara al futuro: "Cualquier estudiante de cine puede hacer una película con una cámara digital por muy poco dinero y con una calidad de imagen muy buena. Se acabó con la historia de rodar miles de metros de película, de revelarlos. Ahora todo cabe en un disquete".

Y McCallum, uno de los productores más avispados de Hollywood, asegura que el siguiente paso es más importante: "Esa película puede ser introducida en Internet y, sin necesidad de depender de las salas de cine, llegar a los espectadores de todo el mundo a través de la red: se baja en un cd y se ve en casa. El ordenador va a ser, sin duda, el mayor factor de democratización en el cine para este milenio".

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Sobre la firma

Guillermo Altares
Es redactor jefe de Cultura en EL PAÍS. Ha pasado por las secciones de Internacional, Reportajes e Ideas, viajado como enviado especial a numerosos países –entre ellos Afganistán, Irak y Líbano– y formado parte del equipo de editorialistas. Es autor de ‘Una lección olvidada’, que recibió el premio al mejor ensayo de las librerías de Madrid.

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