Un niño que quedó inválido en el colegio cobrará 120 millones

La Sala de lo Civil del Tribunal Supremo ha condenado a una profesora de gimnasia, a la Junta de Andalucía y a una compañía aseguradora a indemnizar solidariamente con 120 millones de pesetas a un alumno que quedó inválido a consecuencia de una caída en una clase de educación física.El accidente ocurrió en un instituto de Fuengirola (Málaga) en 1988. El ejercicio consistía en saltar sobre un trampolín elástico. Había que efectuar una breve carrera de unos ocho metros, tomar impulso sobre el trampolín y botar en posición vertical sobre una colchoneta. Sin embargo, el alumno se desequilibró en el aire, cayó mal y se golpeó con la barbilla contra la colchoneta, lo que le causó graves lesiones y secuelas calificadas como de gran invalidez.

Según el Supremo, el accidente se produjo porque la profesora que dirigía el ejercicio no observó "la diligencia media que le era exigible, dado que no adoptó las medidas de precaución y seguridad que la prudencia imponía en atención a un riesgo previsible en relación con la naturaleza de la actividad". La sentencia absuelve al director del instituto porque "no cabe descargar sobre él una especie de responsabilidad genérica de todo lo que ocurre".