'Hundimiento' de la escuela pública
Una de las decisiones más difíciles de mi vida fue la de escoger el tipo de escuela que quería para mis hijos. Por una serie de razones que me resultaron convincentes aposté por la escuela pública. Y ahora me siento absolutamente decepcionada no por el tipo de educación que mis hijos reciben, sino por la situación de indefensión en la que nos encontramos desde el hundimiento de la escuela Taber. Me parece vergonzoso que se deje literalmente caer un edificio que acoge a 430 niños por desidia y abandono absoluto por parte de las instituciones. Hace ya ocho años que se anunció la construcción de un nuevo edificio que sustituyera al actual, que resistía precariamente a base de unos pocos remiendos del todo vitales. Hasta que no pudo más y se tuvo que desalojar urgentemente a todos los alumnos. ¿Por qué han esperado tanto? ¿Por qué han estado al borde del peligro los niños? Quizás es que el Ayuntamiento y la Generalitat han estado demasiado ocupados en un tira y afloja constante para ver quién puede más, y han olvidado uno de los fines de su labor para con la sociedad: garantizar una enseñanza pública de calidad, sobre todo bajo techo.- . .
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