Malta insiste en que el petrolero superó una revisión completa

La Embajada de Malta en París -el Erika navegaba con bandera maltesa desde 1990- afirmó ayer que el petrolero, que navegaba con bandera maltesa desde 1990, había pasado poco antes del accidente una revisión completa, conforme a los reglamentos internacionales, efectuada por la empresa italiana Rina. Con este comunicado, el Gobierno maltés salía al paso de la polémica suscitada en Francia por el escaso control al que son sometidos los barcos que izan una bandera de conveniencia. Una deficiencia a la que numerosas organizaciones ecologistas se atribuyen, en parte, el desastre del Erika.Respecto al problema económico subsiguiente a una marea negra, las cosas sí parecen claras: la compañía de seguros del Erika paga hasta 80 millones de francos (unos 2.000 millones de pesetas) por los desperfectos y gastos causados, y a partir de ahí es el FIPOL, un fondo internacional de indemnizaciones marítimas para contaminaciones causadas por hidrocarburos, quien asume los costes hasta 1.200 millones de francos (unos 30.000 millones de pesetas). El FIPOL se financia con aportaciones pagadas por las petroleras cada vez que fletan un navío.