La crítica neoyorquina califica de "espléndido" el estreno de "Gatsby"
La ópera se presenta esta temporada en el Metropolitan de Nueva York
Con una producción y un reparto "espléndido", según la crítica, El gran Gatsby llenó el Metropolitan Opera House de Nueva York en su estreno el lunes por la noche. El nacimiento de esta ópera contemporánea, adaptación de la obra homónima de Scott Fitzgerald, se ha convertido en uno de los acontecimientos culturales de la temporada, especialmente por el riesgo que representa para un recinto tan tradicionalista.
Con una producción y un reparto "espléndido", según la crítica, El Gran Gatsby llenó el Metropolitan Opera House de Nueva York en su estreno el lunes por la noche. El nacimiento de esta ópera contemporánea se ha convertido en uno de los acontecimientos culturales de la temporada, especialmente por el riesgo que representa para un recinto tan tradicionalista.Sin embargo, las primeras críticas no parecen satisfechas con el trabajo del compositor John Harbison, encargado de poner música a una de las leyendas literarias más puramente estadounidenses.
Mike Silverman, el crítico de AP que distribuye su columna en numerosos periódicos del país, asegura que Harbison "ha convertido la novela en una ópera que, aunque es respetable en muchos aspectos, parece tener un agujero en el centro. Irónicamente", dice Silverman, "al intentar dramatizar demasiado, Harbison nos hace sentir demasiado poco".
La adaptación de la novela de Scott Fitzgerald, El Gran Gatsby, al formato de la ópera es un encargo expreso del Metropolitan para celebrar los 25 años del director James Levine al frente de la orquesta titular del gran teatro neoyorquino.
Texturas musicales
Del trabajo se destaca la capacidad del compositor de asimilar en una sola obra diferentes texturas musicales que van desde el tango al foxtrot, pasando por el necesario charleston de la época a la que pertenece el relato original. La crítica parece dispuesta a perdonar algunas ligerezas musicales de Harbison, pero no absuelve al tenor Jerry Hadley que interpreta al protagonista, de quien dice Silverman: "El problema puede estar en su aspecto, demasiado viejo y corpulento para interpretar a un personaje tan dinámico". Según Silverman, cuando se baja el telón "hemos oído y escuchado demasiado del propio Gatsby como para que capture nuestra imaginación como lo hace su figura enigmática en el libro". Los mejores aplausos se destinan a la calidad de la producción y a la batuta de James Levine.
El compositor, profesor en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, ha justificado su aproximación a la novela en los requisitos que impone la elaboración de un libreto coherente: "En la ópera", dice Harbiston, "Gatsby tiene que ser menos misterioso. En el libro se habla más de él, pero apenas está presente. En la ópera no puede ser alguien de quien sólo se habla: tiene que cantar".
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